El confinamiento decretado para frenar la expansión del covid-19 provocó en el Estado español una caída sin precedentes del PIB del 18,5% en el segundo trimestre respecto al primero, lo que deja al país en recesión, pero por poco tiempo, dado que la economía ya está dando algunas muestras de recuperación.

De acuerdo con el dato avanzado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la contracción del segundo trimestre es la mayor desde que comenzó la serie en 1970 y 13,3 puntos superior a la segunda mayor caída trimestral de la serie, que fue del 5,2% registrado en el primer trimestre.

La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, destacó que la caída está en línea con lo previsto y es reflejo de un momento en el que hubo que restringir al máximo la actividad para contener la epidemia, pero incidió en que desde el mes de mayo ya se ha iniciado una recuperación gradual, que se verá reflejada en un repunte del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre.

De la Cueva aseguró en declaraciones remitidas a los medios que los datos mensuales y diarios de los que dispone el Gobierno, como las afiliaciones o el consumo, “van mostrando cómo se va reactivando la economía”.

No obstante, aunque la recesión empiece y termine en el segundo trimestre, para el conjunto del año el balance será negativo, con una previsión por parte del Gobierno de que el PIB caiga el 9,2%, mientras que la Cámara de Comercio de España ha elevado este viernes su estimación de contracción al 12,6%.

La evolución del PIB entre abril y junio es consecuencia de una contribución negativa de la demanda nacional (consumo e inversión) de 16,6 puntos y de la demanda externa (exportaciones e importaciones) de 1,9 puntos.

El empleo medido en horas trabajadas cayó un 21,4%, un descenso superior a la destrucción de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, que disminuyeron un 17,7 %.

consumo

En un contexto de paralización de la actividad por la restricción de la movilidad, el consumo de los hogares se desplomó un 21,2%; la inversión, un 21,9%; la inversión en vivienda y construcción, un 25%; y la inversión en bienes de equipo, un 25,8%, todas caídas sin precedentes en la serie histórica.

El gasto en consumo de la administraciones públicas creció un 0,4%, 1,4 puntos menos que el trimestre anterior.

Las importaciones cayeron un 28,8%, en linea con la depresión del consumo de los hogares, mientras que las exportaciones se hundieron un 33,5%.

El único sector económico que se mantuvo en positivo en el segundo trimestre fue la agricultura, que creció el 4,4% trimestral, mientras que la industria se hundió un 18,5%; los servicios, un 19,1%; y la construcción, un 24,1%.

Dentro de los servicios, el comercio, transporte y hostelería registró la mayor contracción, del 40,4%.

En comparación interanual, el desplome del PIB fue del 22,1%, cinco veces superior a la segunda mayor caída de la serie, que fue del 4,4% en segundo trimestre de 2009.

También en comparación anual, las horas trabajadas cayeron un 24,8% y se perdieron 3,39 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.

18,5%

La caída del 18,5% del PIB en el segundo trimestre del año, en lo más duro de la pandemia, coloca al Estado español en recesión económica.