bilbao - El paro es una de las asignaturas pendientes del mercado laboral vasco, aunque la tendencia es favorable. El año pasado la mejoría fue más corta que en ejercicios anteriores, pero la bajada de medio punto en la tasa de desempleo, hasta el 9,09%, puede considerarse un avance. La cifra estimada por el INE y conocida ayer mejora unas décimas el cálculo de Eustat y confirma a la CAV como el segundo territorio del Estado con menos paro solo por detrás de Nafarroa, con el 9,01%.

Curiosamente los datos hechos públicos ayer por el servicio estadístico estatal presentan un 2019 algo más flojo que los de Eustat, aunque la fotografía final al cierre del ejercicio es más colorida. En concreto, el INE calcula que el año pasado bajó el número de parados vascos en 5.300, unos 2.000 menos que Eustat, pero la cifra total es más baja en el primer caso (93.300 desempleados frente a 97.100).

Al margen de este baile de cifras lo importante es que ambas encuestas sitúan la tasa ligeramente por encima del 9%, lo que confirma que Euskadi se asienta en niveles de paro de un solo dígito. El dato actual es solo medio punto superior al cierre de 2008, aunque todavía queda un trecho por recorrer hasta el 5,7%, el suelo histórico marcado por el INE en Euskadi en la primavera de ese mismo ejercicio 2008. En ese sentido, el Gobierno vasco calcula que en 2020 se podrá dar un nuevo bocado en esa senda de reducción del paro una vez se supere el trago del primer trimestre, que siempre suele dejar malos datos por la finalización de los contratos de navidad.

Euskadi cuenta con algo más de 90.000 parados, unos 30.000 más que el nivel mínimo previo a la crisis. Un desajuste que contrasta con el equilibrio que muestra el volumen de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, que está ya prácticamente en su máximo histórico.

Sobre esta cuestión, el número de ocupados vascos avanzó el año pasado solo en 2.700, el peor dato desde 2014. En este apartado la encuesta del INE sí que es mucho más amarga que la de Eustat, que estimaba una creación de empleo en 2019 de cuatro veces más. La pérdida de fuelle se enmarca en un contexto de ralentización económica que, según las previsiones de Lakua, ya va quedando atrás. Si el paro evoluciona de manera más solvente es, a la luz de los datos del INE, por la reducción del número de personas que declaran buscar activamente trabajo.

A la debilidad en la creación de empleo se suma otro elemento preocupante. El año pasado toda la recuperación de puestos de trabajo se asienta en contratos a tiempo parcial, que pasan de 152.000 a 163.000. En cambio, el número de puestos de trabajo a tiempo completo se reduce en algo más de 8.000, lo que añade otra muesca en el proceso de penetración de la precariedad que denuncian los agentes sociales. “Hay una desaceleración en la creación de empleo y los nuevos empleos son a costa de precarizar las condiciones de trabajo, con un aumento de los contratos parciales y temporales”, denunció ELA.

casi 20 millones de ocupados En el Estado español se produjo también un frenazo en la generación de empleo, con 400.000 trabajadores más. Es el menor avance desde 2013, aunque la ocupación se maneja todavía en cifras sólidas y el número total de trabajadores ya roza los 20 millones. Según la serie histórica del INE, España aun debe recuperar cerca de 800.000 trabajadores para volver al nivel precrisis. El número de parados baja en 112.000, muy lejos de los casi medio millón menos de 2018.

En definitiva, hay una pérdida de ritmo global en la mejoría de los números laborales que puede achacarse a un menor crecimiento económico. Desde CC.OO., Unai Sordo afirmó que “se demuestra que una creación de empleo en España es compatible y consecuencia de una mejora de los salarios”, dijo.