En el año 1899 nacía una palabra clave en el mundo actual, un periódico estadounidense New York Times utilizó por primera vez la palabra automóvil. Ese mismo año se patentó un producto clave en la historia sanitaria, la aspirina de Bayer. También fue el año en que nació el escritor Ernest Hemingway, el hombre que ayudó a dar a conocer los Sanfermines de Iruñea en todo el mundo. Y en ese mismo ejercicio se fundó una empresa vasca Emica Bombas, que 120 años después celebra su aniversario inmersa en una fase de crecimiento y expansión internacional.

Los 120 años de vida de la compañía vizcaina son todo un hito del que muy pocas firmas pueden presumir. De hecho, solo un 25% de las empresas constituidas en el Estado español alcanza una edad de 25 años, según el último estudio realizado por Iberinform sobre la longevidad empresarial. El estudio señala que a partir del tercer año de vida las empresas que no son capaces de generar números negros afrontan un futuro muy incierto.

Y Emica Bombas ha sobrevivido a ese y a otros muchos avatares a lo largo de su ya larga vida, según señala su nuevo director general Jon Ander Aguirrebengoa, que recuerda que “esta es una empresa familiar” y sigue estando en manos de la familia salvo un breve periodo en los años 90 que fue controlada por la japonesa Ebara.

Emica Bombas se ha especializado en la fabricación propia de bombas centrífugas para fluidos destinadas al mercado industrial. La compañía nació un 28 de diciembre como El Material Industrial, Compañía Anónima (Emica), dedicada inicialmente al comercio de bombas centrífugas, ventilación y maquinaria en general. Posteriormente, comenzó la fabricación de bombas centrífugas y equipos de ventilación, con tecnología alemana de amplio prestigio internacional. Ahora disponiendo de patentes propias, más de un siglo después, comercializa sus bombas en más de 40 países en medio mundo.

Emica, empresa instalada en la localidad vizcaina de Abanto-Zierbena, se encuentra ahora inmersa en un plan estratégico 2018-2021 con el que la pyme vasca, -cuenta con unas 50 personas en plantilla-, que espera aumentar su capacidad de producción en un 50%, duplicar su facturación hasta alcanzar los 9 millones de euros e incrementar la innovación. “Somos una empresa sanaeada pero queremos crecer para ser más sólidos”, indica su director.

La empresa, según resalta Aguirrebengoa, el responsable del equipo externo a la familia contratado para expandir Emica, quiere crecer en proyectos EPC en los mercados internacionales que considera estratégicos: Además de Francia y Portugal, Marruecos, Egipto, México, Chile, Perú y el área del Golfo Pérsico. El objetivo es reducir progresivamente la dependencia del cliente industrial vasco y español de un 87% a un 54%. Para ello quieren aumentar el peso de la ingeniería llave en mano, del 4% al 18%, accediendo a fabricar bombas en instalaciones de tratamientos de aguas y centrales eléctricas de generación mediante ciclos combinados de gas en colaboración con firmas como Sener, Acciona o Técnicas Reunidas.

Emica ha participado recientemente en grandes inversiones industriales como la del grupo siderúrgico Arcelor Mittal, en Asturias, donde ha suministrado y puesto en marcha un centenar de bombas para las nuevas baterías de coke.

De cara al futuro, la empresa innova para crear una bomba inteligente tras desarrollar una bomba magnética con riesgo cero de escape de fluídos.