bilbao - La SEPI compensará con un mínimo de 120.000 euros y un máximo de 160.000, sujetos a IRPF, a todos los trabajadores de La Naval de Sestao que renuncien a incorporarse a los centros que Navantia tiene repartidos por el Estado.

Así se ha acordó en un encuentro mantenido ayer en Madrid entre representantes de la SEPI y de los sindicatos UGT y CC.OO., en el que se concretó el término jurídico “novación del derecho”, empleado para compensar económicamente a estos trabajadores que no quieran incorporarse a Navantia y que tendrán que tributar IRPF por esa cantidad. Si hubieran recibido ese dinero en concepto de “indemnización”, los operarios no hubieran tenido que tributar por ello.

Estas recolocaciones en centros de Navantia, tras el cese de actividad de La Naval, se derivan del acuerdo de garantías de empleo firmado por CC.OO. y UGT cuando tuvo lugar la privatización del astillero de Sestao, en 2006.

Una vez formalizado el despido de los 173 trabajadores de La Naval, la SEPI pidió a los 150 trabajadores con garantía de empleo que establecieran la zona de preferencia de destino para incorporarse a un centro de Navantia, que podía ser Madrid, Cádiz o Ferrol. También les pedía que comunicaran si querían incorporarse antes de tres meses o después.

Este mes se han reincorporado treinta extrabajadores de La Naval a distintos centros de Navantia, en concreto, a Madrid, Ferrol, Cartagena, San Fernando y Puerto Real.

El resto de extrabajadores tiene como fecha límite hasta el 31 de diciembre para solicitar dicha incorporación. En principio, está previsto que el primer día de cada mes se vayan incorporando grupos de operarios, siempre que no opten por la compensación económica y renuncien a su derecho a trabajar en Navantia.

SEPI y los sindicatos UGT y CC.OO. ya habían pactado las compensaciones económicas para los que rechazaran trabajar en Navantia, aunque faltaba la fórmula jurídica para materializarlas, por lo que se puso en conocimiento de los primeros trabajadores que habían solicitado trabajar en otras plantas y que, al estar ya en su nuevo destino, ya no pueden acogerse a estas dotaciones.