bilbao - Los pensionistas de la CAV y Nafarroa han hecho ya una propuesta a sindicatos y organizaciones sociales de cara a la movilización general de noviembre, en la que pretenden unificar las principales reivindicaciones sociales y laborales. Plantean el día 14 como día de paro general, según ha podido saber DEIA, una fecha que está pendiente de la confirmación sindical y que podría trasladarse a alguno de los otros tres jueves de noviembre. La idea es convocar manifestaciones en las cuatro capitales de Euskal Herria, con participación de pensionistas, trabajadores, estudiantes, autónomos y desempleados. Los sindicatos llamarán a parar 4 horas en los centros de trabajo y se pretende implicar en la protesta también al pequeño comercio.

Así figura en la propuesta detallada que han enviado esta misma semana las plataformas de pensionistas a los principales agentes implicados en la movilización. Por el elevado número de organizaciones involucradas se trata de una propuesta abierta, en especial en lo que hace referencia al día de la convocatoria. Aun así los pensionistas, que ya habían avisado de que preparan un otoño caliente, incluyen como planteamiento inicial que esta movilización general tenga lugar el día 14 de noviembre, jueves, fecha que está sujeta aun a la aprobación de las organizaciones sindicales que decidan sumarse a la protesta.

No será una huelga general al uso, pero se le parecerá mucho. Euskadi vivió entre 2009 y 2013 ocho huelgas generales, centradas la mayoría en frenar los recortes del gasto público y las distintas reformas laborales. Tras unos años sin protestas globales de este tipo, los sindicatos vascos han vuelto a llamar al paro general, con matices, coincidiendo con las masivas movilizaciones feministas del 8 de marzo. Algo similar a lo conseguido estos dos años por las asociaciones feministas es lo que buscan los pensionistas, que pretenden dar amplitud a la lucha por las pensiones implicando a toda la sociedad.

Han pasado ya 18 meses desde que los pensionistas dieron el pistoletazo de salida a sus protestas en forma de concentraciones frente a los ayuntamientos de las principales ciudades. Aunque el movimiento tuvo carácter estatal, Euskadi, y en concreto Bilbao, ha protagonizado las manifestaciones más masivas. Transcurrido año y medio, las plataformas que han surgido al calor de estas protestas entienden que, pese a haber logrado algunos avances, sus reivindicaciones no han quedado blindadas en la ley. Cuestiones como la revalorización con el IPC o la supresión del factor de sostenibilidad se han logrado temporalmente a través de acuerdos políticos, pero siguen sin estar aseguradas a largo plazo. Por otro lado en Euskadi se reclama también una pensión mínima de 1.080 euros, otro asunto que sigue pendiente.

reformas laborales Todo ello estará presente en las movilizaciones que se organizarán en otoño, aunque el 14 de noviembre los pensionistas buscan ir un paso más allá y vincular sus demandas a otras reivindicaciones de corte laboral y social. En lo que hace referencia al plano estrictamente sindical se incluirá la retirada de las reformas laborales de 2010 y 2012 en la tabla de reivindicaciones, al igual que la derogación de “los aspectos regresivos” de las reformas de pensiones de 2011 y 2013. Además, se pedirá la “erradicación de la brecha de género”, tanto a nivel salarial como de pensiones y prestaciones sociales.

A la protesta se sumarán también los principales sindicatos estudiantiles, de forma que se facilitará que los jóvenes puedan acudir también a las manifestaciones. Además, están implicados otros agentes sociales como asambleas feministas, de parados y otros colectivos, con los que se pretende dar amplitud a la movilización.

Asimismo, desde las plataformas de pensionistas se remarca la necesidad de lograr que la jornada cuente con el respaldo de trabajadores autónomos y del pequeño comercio, sectores que normalmente quedan al margen de las grandes convocatorias sindicales. Habrá que ver por otro lado cómo se articula esta jornada de movilización general con los principales conflictos laborales abiertos y que podrían seguir sin resolverse mediado el otoño, caso del metal de Bizkaia, y si desde las centrales sindicales se opta por hacerlos confluir o no.

Todo ello hace que, pese a no ser una huelga al uso de 24 horas, el 14 de noviembre la actividad vaya a estar muy condicionada por la movilización tanto a nivel económico como social. Curiosamente el 14 de noviembre de 2012 tuvo lugar una de las huelgas generales convocadas en la crisis, en este caso organizada a nivel europeo y que en la CAV contó con el apoyo de CC.OO. y UGT.