donostia - “Euskadi apuesta por las energías renovables pero para alcanzar el objetivo de que en 2030 el 21% de la energía vasca sea de fuentes renovables, se precisará un importante esfuerzo”, señaló ayer Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía (EVE). Y para lograr ese objetivo “terriblemente ambicioso” en el País Vasco es necesario “un amplio consenso político”, basado en un diálogo centrado y “en el que rija el conocimiento técnico por encima de los intereses particulares”

El máximo responsable del EVE aprovechó una jornada técnica desarrollada en el Euskalduna de Bilbao para dar a conocer la nueva normativa sobre el autoconsumo eléctrico en España, para explicar la situación de las energías renovables en el País Vasco ante los importantes retos que ha establecido Europa en los próximos años para reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera.

El dirigente del EVE recordó que, desde la creación del ente hace 36 años, Euskadi ha liderado una “total evolución” del mix energético y se avanza hacia un “modelo más sostenible” en el que primen las fuentes renovables, y en el que se reduzca “nuestra dependencia energética de los combustibles fósiles”.

En este sentido, destacó que la actual Estrategia Energética de cara al año 2030 contempla el citado objetivo de llegar a una cuota de energías renovables en el mix energético del 21% de la demanda energética. Para hacerse una idea del esfuerzo necesario para llegar a esa meta, Ansola, explicó que “en un territorio pequeño con un consumo energético intensivo como Euskadi” para incrementar en un punto porcentual la cuota de renovables con placas fotovoltaicas habría que instalar 559 Mw de potencia instalada y en el sector eólico serían 236 Mw. En este sentido, conviene recordar que el mayor parque fotovoltaico de la CAV, el de Arasur, tiene 24 Mw. Y para poder instalar esos 559 Mw se precisarían 1.150 campos de fútbol con placas solares.

Ansola indicó, asimismo, que la estrategia energética del Gobierno Vasco contempla contar con 783 Mw eólicos, cuando en la actualidad en la CAV solo hay 153 Mw.

En este sentido, Iñigo Ansola, destacó la importancia de impulsar el autoconsumo energético porque, en su opinión, “abrir las puertas al autoconsumo hará que las cuotas de renovables aumenten considerablemente”.

Ansola señaló que los proyectos a llevar a cabo son “inmensos” y la disponibilidad del suelo en el País Vasco es una “limitación importante”. Pero en todo caso defendió el autoconsumo porque, además, va a ayudar “a desarrollar nuevos modelos de negocio como, por ejemplo, los agregadores de demanda o las comunidades energéticas, y empleo”.

El director del EVE cree que habrá interés en la sociedad vasca por el autoconsumo, ya que los ciudadanos están “cada vez más sensibilizados” por criterios medioambientales pero también económicos ya que los precios de la instalación de estas tecnologías “han bajado considerablemente y ya son instalaciones competitivas”.

De hecho, pueden ayudar a las empresas, en especial a las pymes, a reducir sus costes eléctricos.

El director general de la patronal solar fotovoltaica Unef, José Donoso, resaltó que el autoconsumo “no solo significa energía limpia”, sino que también supone “energía más barata, y un apoyo a la competitividad de las empresas, a la creación de empleo y al crecimiento económico”.

Donoso abogó por un cambio de las tarifas eléctricas en España, “las menos progresivas del mundo”, y pidió a un sector que va a crecer mucho los próximos años, un compromiso con la calidad”.