DONOSTIA - Adolfo Txiki Muñoz dejó ayer de ser secretario general de ELA, pero mantuvo un discurso muy militante en una intervención de despedida -un “agur rebelde”, como el mismo lo definió- en la que subrayó la fortaleza de la central sindical abertzale y su vigencia en una sociedad que sufre “precariedad y pobreza”. El proceso de relevo en la secretaría general fue relativizado por Muñoz, quien afirmó que “cuando veo gente joven y muchas mujeres en el sindicato me digo que el relevo ya está hecho”.

El que ha sido secretario general de ELA durante una década no abandonó su tono enérgico y, “aprovechando que aquí hay políticos”, lanzó un mensaje a las patronales y a los gobiernos: “Les vamos a dar más sindicalismo reivindicativo”. Al congreso extraordinario, además de representantes de confederaciones sindicales internacionales y sindicatos estatales y vascos, acudieron responsables del PNV, EH Bildu, Sortu, Elkarrekin Podemos y Ezker Anitza, quienes escucharon a Txiki Muñoz expresar su “orgullo” de ser sindicalista porque “ha sido una manera eficaz y digna de incidir en la política”.

“El sindicalismo tiene que ser cada vez más político” es la nota que trasladó a los miles de congregados en el Kursaal donostiarra, que con sus aplausos pararon en varias ocasiones su intervención.

Tras una breve mirada atrás para recordar que ELA es fruto de la decisión tomada hace 43 años de “formar un sindicato abertzale y de clase”, Txiki citó las líneas que, a su juicio, la organización sindical vasca ha adoptado correctamente. Comenzó por destacar su apuesta por reforzar su posición ideológica, “y eso es fundamental en estos tiempos en los que casi todo es banal y líquido”, dijo. También encomió su capacidad de no alejarse de la realidad y de situar en el centro de su actividad a las personas, puesto que “si el sindicato da prioridad a las preocupaciones y problemas de la gente, su identidad de clase permanecerá viva”.

alianzas Del mismo modo, halagó la permanencia de sus ideas en un mundo en el que “los gobiernos son cada vez más neoliberales y autoritarios”. Y lo hace, subrayó, “sin aceptar relaciones de subordinación ni clientelares con nadie”. Sin embargo, también reservó un espacio para advertir de la “probablemente, mayor debilidad” de ELA son las alianzas sindicales, a las también aludió Mitxel Lakuntza.

En su caso Txiki Muñoz, sin citar siglas, recordó que ELA ha intentado fortalecer las relaciones con otras centrales pero “unas veces ha salido bien y otras no”. “Nos hemos esforzado y, si hoy hay alguna oportunidad, ELA no la va a desaprovechar”, añadió. En su discurso tuvo ocasión de recordar a “los encarcelados y exiliados de Catalunya por haber defendido un derecho democrático” y a las personas de Altsasu también en la cárcel. En un plano más sindical, recordó a los asistentes que “es vuestro turno, os toca hacer un ELA más fuerte”. - M. Mariscal