BILBAO - La empresa vasca Siemens Gamesa, fruto de la integración de Gamesa y la división eólica de Siemens, se ha disparado en Bolsa un 14,5% tras cerrar su primer ejercicio fiscal completo, el de 2018, como compañía integrada con un beneficio neto de 70 millones de euros, lo que le permitirá el reparto de dividendos a sus accionistas, entre los que se encuentra la compañía eléctrica vasca Iberdrola.
El grupo fabricante de aerogeneradores ha dado varios bandazos en su singladura como empresa fusionada hasta el punto de generar serios conflictos de intereses con los trabajadores del Estado español y el segundo mayor accionista, Iberdrola. Ello, combinado con unos primeros resultados trimestrales por debajo de lo esperado, entre otras cosas, por la reducción de precios en los equipos eólicos y por el parón de las contrataciones en un mercado tan importante como India, había sembrado serias dudas sobre la evolución de la compañía radicada en la localidad vizcaina de Zamudio.
La empresa dirigida por Markus Tacke llegó a entrar en pérdidas en el comienzo de su primer año fiscal como firma fusionada, -su ejercicio va de octubre a septiembre-, pero las medidas adoptadas, pese a los cambios en las cúpulas, han permitido a Siemens Gamesa recuperarse hasta cumplir con los objetivos previstos.
Eso sí, los 70 millones de euros de beneficios obtenidos por Siemens Gamesa todavía están lejos de los 101, 170 y 301 millones de euros que ganó Gamesa en solitario en los tres últimos ejercicios antes de la integración con la compañía alemana.
Siemens Gamesa ha cerrado el ejercicio 2018 con unas ventas de 9.122 millones de euros. La cifra es un 17% inferior a la del ejercicio precedente, en términos comparables pero está alineada con las previsiones lanzadas por la compañía al poner en marcha el proceso de integración de Siemens Wind y Gamesa, centrado inicialmente en el ajuste de costes y la mejora de los márgenes.
Nombramiento pendiente La compañía sigue sin definir completamente el nuevo organigrama tras la reestructuración de hace menos de un mes que supuso, entre otros movimientos, la sustitución en la presidencia de Siemens Gamesa de Rosa García por Miguel Angel López, pues falta designar al nuevo máximo responsable de la división eólica terrestre que, hasta la marcha reciente de Ricardo Chocarro y antes Xabier Etxeberria, ha estado dirigida por profesionales de la antigua estructura de Gamesa. En cambio sí se ha cubierto el recién creado puesto de director general de operaciones, cargo que ocupará Christoph Wollny, hasta ahora director de compras de Siemens Power & Gas. Se espera que en diciembre se conozca al nuevo jefe de onshore.
En todo caso, la compañía está recuperando el pulso que se espera de uno de los líderes mundiales del sector eólico. Los resultados de 2018 han incluído el impacto de los costes de reestructuración e integración cifrados en unos 176 millones.
Un hecho a destacar es que la compañía ha confirmado que repartirá dividendos a sus accionistas. Aunque Siemens Gamesa no ha comunicado concretamente la cuantía de los mismos sí reiteró que la cuenta de resultados permite “asegurar una política de dividendo anual de un 25% sobre el beneficio neto reportado”, tal y como contempla en su plan estratégico, bautizado como L3AD2020.
La mejor noticia es que la empresa ha conseguido mejorar sustancialmente su cartera de pedidos este año y los nuevos contratos cerrados en 2018 le permiten a Siemens Gamesa reformular al alza las previsiones de ventas para el próximo 2019 y fijar unas previsiones de ventas del orden de entre 10.000 millones y 11.000 millones de euros.
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