La compañía bilbaina Marie de Jongh optaba a dos premios Max que se celebraron en la noche del lunes en el teatro Gayarre de Iruñea, concretamente al mejor espectáculo para público infantil, juvenil o familiar, y mejor diseño de vestuario por su obra Mr. Bo. Sin embargo, no consiguió ninguno de los galardones con los que se premian a las mejores producciones del año en el mundo de las artes escénicas. Lo mismo les ocurrió a Tanttaka Teatroa, que optaba al premio al mejor espectáculo de teatro y mejor actriz (Aitziber Garmendia) por Del color de la leche / Esnearen kolorekoa; a Kukai Dantza, al mejor espectáculo de calle por Euskorleans; y al vizcaino José Luis Raymond, al mejor diseño de espacio escénico por Un monstruo viene a verme.

De Euskal Herria, solo fueron premiados los navarros Ignacio Aranguren y Vicente Galbete, docentes del Taller de Teatro del instituto Navarro Villoslada de Iruñea.

El gran ganador de la noche fue el espectáculo de danza Afanador, que sigue atesorando galardones esta temporada al ser la pieza más premiada de los premios Max de las Artes Escénicas, en una gala en la que en el apartado teatral destacó Casting Lear, y donde los premios de interpretación fueron para Enric Auquer y Ágata Roca.

Palestina

En la 28 edición de los Max, organizados por la Fundación SGAE, estuvo muy presente el recuerdo a Palestina y la guerra, con chapas prendidas de chaquetas y vestidos de los nominados, incluso Marta Torres, de la junta directiva de la SGAE, lucía un vestido confeccionado con dos banderas.

Natalia Huarte fue la encargada de presentar la gala junto a Ana Sagües, Premio Promoción del Talento Artístico, en una ceremonia que combinó por primera vez el castellano y el euskera.

Afanador partía como favorita con ocho nominaciones, y recogió cinco, incluida mejor dirección para Marcos Morau, la primera vez que un espectáculo de danza se cuela en esta categoría. La pieza también se alzó con el galardón a mejor espectáculo de danza para el Ballet Nacional; mejor composición musical; mejor iluminación y diseño de vestuario. Juan Cristóbal Saavedra, con una bandera palestina en su camiseta, recordó al recoger el premio a composición musical que la próxima representación de Afanador en el Teatro de la Zarzuela será de carácter solidario para recaudar fondos que destinará la ONU en Gaza.

No fue la única mención al conflicto. El equipo de Fugit, mejor espectáculo de calle, reclamó solidaridad con el pueblo palestino, mientras que su director recordó que no son buenos tiempos para el amor y la esperanza, “pero no queremos rendirnos”.