BILBAO. "La marca España es un lastre para Bizkaia y el resto de Euskadi. Y esto es un hecho y no me lo invento yo", afirmó ayer el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, en una respuesta a la representante del PP, Esther Martínez, en el pleno de las Juntas Generales de Bizkaia celebrado en Gernika.
El máximo responsable de la institución foral vizcaina reiteró que la etiqueta española "es perjudicial para las instituciones públicas vascas, para las empresas, las familias y los particulares". Un hecho constatable por numerosos expertos y en los medios de comunicación económicos y que Bilbao argumentó recordando que la calificación de la deuda soberana del Reino de España ha sido rebajada por las agencias de calificación crediticia internacionales hasta un punto que ha quedado "a un paso del bono basura".
El máximo responsable de la Diputación de Bizkaia señaló que otro hecho constatable de la desconfianza de los inversores internacionales en España es la evolución, con continuos vaivenes, de la prima de riesgo, el diferencial del bono español con el alemán a diez años y que supera los 400 puntos básicos.
La denuncia del diputado general de Bizkaia surgió tras las críticas de la juntera del PP, Esther Martínez, que le acusó de "eludir sus responsabilidades" cuando se refiere a la marca España como un freno para la evolución de la economía vasca.
Ante las palabras de la representante popular, Bilbao se limitó a responder que quien cuestiona la solvencia del Estado español son los mercados. Y se apoyó en palabras del propio ministro de Agricultura español, Miguel Arias Cañete, que en campaña defendió por trabajar desde el Ejecutivo para que "España deje de ser un lastre" en la salida de la crisis. Bilbao recordó asimismo que España cuenta con un rating BBB, "mientras tanto, el rating que tenemos en Bizkaia es AA", claramente superior.
Petronor y Euskaltel José Luis Bilbao se refirió también, en una respuesta al portavoz del PSE en las Juntas Generales, Iñaki Egaña, a las repercusiones fiscales a nivel de ingresos, tanto de la última parada de parte de las instalaciones de Petronor como a la indemnización de 222 millones de euros que Euskaltel deberá abonar a Orange. En este sentido, afirmó que "repercutirán" negativamente en la recaudación de la Hacienda Foral, pero abogó por estar "al lado" de las empresas vascas en sus malos momentos porque son las que generan riqueza y empleo.
Bilbao celebró que Petronor recupere su actividad normal porque "ahí tenemos una especie de ingreso tributario en vena, de grifo" por los impuestos especiales.