Vamos a trabajar en una oficina o en la calle? ¿Se pondrá un biombo en las actuales oficinas del Inem o se van a abrir unas nuevas? ¿Cómo será la integración? ¿En qué condiciones salariales? ¿Qué pasará en las ciudades y municipios donde hay oficina de Lanbide y a su vez del Inem? Las plantillas del Servicio Estatal de Empleo reciben comentarios de sus compañeros y compañeras, noticias de fuentes no confirmadas o reportajes en prensa, pero en ningún caso son fuentes oficiales o semioficiales.

A mes y medio de asumir la transferencia de las políticas activas de empleo y, en consecuencia del nacimiento de Lanbide-Servicio Vasco de Empleo, pocos parecen saber de su futuro inmediato, o al menos contarlo, pues la teoría de la consejera Gemma Zabaleta es que "la publicidad sólo sirve para entorpecer el acuerdo".

Esta carencia de información está propiciando el incremento de rumores y chascarrillos, y haciendo cundir el desánimo en un número importante de teóricos transferibles que incluso se estarían planteando la renuncia y continuar en el Inem. De hecho, empieza a calar la idea de una posible encomienda de gestión en la cual, y pese a la transferencia, el Inem continuaría operando en funciones mientras el Gobierno vasco pone en marcha su servicio.

"Desde que en el mes de julio comenzó a tomar forma la idea de que la transferencia dejaba de ser una quimera, los responsables de las diferentes unidades administrativas nos han trasladado una información escueta, breve, insuficiente y curiosamente dispar según el territorio histórico del que se tratase puesto que las Direcciones Provinciales de Gipuzkoa y Araba lo han hecho por medio escrito y con mayor intensidad y acierto, mayor que la poca y verbal manifestada en Bizkaia", explican los trabajadores.

Algunos empleados aseguran que la información proveniente de los propios sindicatos tampoco ha estado muy alejada del desajuste. "En primer lugar, de existir, casi siempre lo ha sido en forma de cuentagotas y en muchas ocasiones se acercaban más a chascarrillos, lo que nos hace pensar si están manteniendo o no alguna reunión con representantes de las administraciones vasca y estatal, y en su caso cuál está siendo su verdadero papel en todo el proceso. Al igual que con las tres territoriales, lo que nos llega desde los sindicatos no es nada homogéneo", lamentan.

Consultoría

En medio de la incertidumbre, los empleados del actual Inem sí han podido constatar que una consultora contratada por Lanbide estaría visitando las diferentes oficinas del Servicio Estatal de Empleo con objeto de estudiarlas y teóricamente diagnosticar cuáles se quedan y cómo se segregaría una parte de la instalación, toda vez que el área del SPEE-Inem dedicada a políticas pasivas, prestaciones, observatorio ocupacional y formación continua (seguimiento) permanecerán dependiendo del Gobierno español.

En teoría, muchas de estas dudas razonables deberían quedar despejadas tras la lectura del decreto de desarrollo, e incluso de los estatutos de la futura entidad Lanbide. DEIA ha accedido al borrador, por cuanto aún no puede considerarse un documento público, en el que sí se define la estructura macro de la Dirección General, Territoriales y como Unidad Básica la Oficina de Empleo; pero no se especifica la subdivisión en la oficina.

La percepción y la crítica de los funcionarios del Inem es que "se intuye un profundo desconocimiento de lo que hasta ahora se ha venido realizando en nuestras oficinas a tenor de las funciones y actividades que se le asignan en ese borrador porque aúna en un cajón de sastre bajo el epígrafe Otras actividades que le encargue la Oficina Territorial o la Dirección General la promoción de empleo; la información, asesoramiento y tramitación en subvenciones a la contratación por parte de empleadores; las subvenciones de los nuevos proyectos empresariales de trabajadores autónomos; las iniciativas I+E; los programas institucionales de apoyo y subvención a las corporaciones locales; las escuelas taller o los talleres de empleo. La duda razonable que se nos plantea es si lo harán desde la propia consejería o si lo dejaremos de hacer", argumentan. "Sólo esperamos que los ciudadanos no se vean afectados por el gran desaguisado que se está liando", enfatizan.

Modelo jurídico

El modelo jurídico de ente público de derecho privado diseñado para el nuevo Lanbide-Servicio Vasco de Empleo es uno de lo aspectos que está generando mayor controversia. La plantilla vasca del Inem recuerda que formamos parte de un organismo autónomo de la Administración Pública, al igual que todos los Servicios de Empleo transferidos a las diferentes Comunidades Autónomas. "Como supuestamente a partir del 1 de enero el personal transferido va a cobrar más, no parece importar a nadie si se va a hacer la competencia a las empresas privadas del sector o si vamos a pasar a ser comerciales de un producto sin tener en cuenta los derechos de los trabajadores", explican los empleados.

"¿Sabemos algo de cómo será la nueva regulación de puestos de trabajo?, ¿las monografías de los mismos?, ¿sus lugares de trabajo?, ¿sus horarios?, ¿se va a trabajar a turnos?, ¿existirá una carrera profesional?, ¿y la estabilidad? Ahora conocemos que el nuevo ente estará formado por personal procedente del SPEE-Inem y de las actuales Egailan y Langai. ¿Estará el personal de estas otras entidades igual de desinformado que nosotros?", se cuestionan.

Al hilo de los muchos interrogantes sin resolver y de tantos cabos sin atar, un colectivo de trabajadores constituido como plataforma de información -hecho avanzado por DEIA el pasado domingo- estaría instando a los empleados, de forma prudente y confidencial -ante el temor de una caza de brujas- a transmitir sus inquietudes y certezas para activar los mecanismos pertinentes de los agentes sociales (sindicatos y administraciones) para que la transferencia, que será una realidad el día 1 de enero, sea asumida con el mínimo trauma para las trabajadoras y los trabajadores transferidos y los y las que no lo sean y, por supuesto, para los desempleados y las desempleadas de la CAV.