TRAS la disputa de diez regatas de la liga ARC-1, la trainera masculina de Deusto se halla clasificada en el décimo puesto, en zona de promoción, dos puntos por delante de Busturialdea y a once de Hondarribia, que marca la frontera con la salvación directa. Con una plantilla joven e inexperta, con una media de edad de 19 años, el preparador de la Tomatera, Gerardo Ranero, es consciente de que su trainera tendrá que disputar el play-off por la permanencia casi con toda seguridad. Así las cosas, y con cuatro pruebas del campeonato por delante, Deusto aprovechará las próximas tres regatas con el objetivo de alcanzar su máximo rendimiento de cara a la bandera Villa de Bilbao y las dos regatas de promoción. “Estamos donde pensábamos que íbamos a estar, en la pelea por eludir los puestos de descenso y promoción. Si es cierto que confiábamos en evitar la disputa del play-off, pero tal y como están las cosas a falta de cuatro regatas para la conclusión de la competición, tenemos claro que nos tocará pelear por mantener la categoría”, reconoce Gerardo Ranero, preparador y remero de la Tomatera.

Salvo vuelco inesperado en las regatas de Pasaia, Castro, Zarautz y Bilbao, dos traineras vizcainas, Deusto y Busturialdea, disputarán la promoción contra el segundo y tercer clasificados de la liga ARC-2, entre los que muy probablemente se encontrará la trainera de Portugalete. A nivel clasificatorio no reviste importancia finalizar la liga en décimo o undécimo puesto –ambos disputarán el play-off– pero desde el punto de vista psicológico, Deusto y Busturialdea protagonizan una dura pugna en todas las pruebas para tratar de alcanzar las regatas de promoción con la moral más alta posible. “De aquí en adelante los resultados nos van a importar un poco menos porque todo nuestro trabajo estará encaminado a llegar lo mejor posible a las regatas del play-off. Tenemos a Busturialdea a dos puntos y si logran alcanzarnos podría ser un acicate para ellos. En cualquier caso, insisto, las próximas regatas de liga nos servirán como una preparación para el play-off”, asegura Ranero.

Los jóvenes remeros de Deusto no pueden abstraerse de la presión que supone disputar un play-off en el que se jugarán su continuidad en la categoría de plata o el descenso a la última división del remo de banco fijo en Euskadi. “Bajar a la ARC-2 hace unos años no era tan grave porque se trataba de una categoría con muchos equipos y bien estructurada. Hoy en día solo compiten siete traineras y puede que el año que viene sean menos. Por lo tanto, no cabe duda de que perder la categoría no sería nada bueno para el club. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para continuar en la ARC-1”, sentencia Ranero.

En la temporada 2019 Deusto finalizó la liga en segundo lugar por detrás de Zarautz y por delante de Getaria y Donostiarra, dos embarcaciones que en la actualidad compiten en la Eusko Label Liga. La Tomatera disputó el play-off de ascenso a la máxima categoría pero no logró su objetivo tras finalizar en tercera posición, superado por Zarautz y Ares, pero por delante de Tirán y Pasai San Pedro. Cuatro años más tarde, la escuadra bilbaina se ve abocada a luchar por mantener la categoría. “Con la disputa del play- off de ascenso a la ACT finalizó un ciclo y durante estos últimos años hemos tenido problemas para completar los equipos. El año pasado tuvimos quince bajas y este año hemos tenido nueve. La gente que sube desde categorías inferiores todavía no da el nivel competitivo necesario y hemos tenido que tirar de descartes de otros clubes”, argumenta el preparador de la Tomatera.

Club de cantera

Las dificultades para completar un equipo competitivo no son exclusivas del club de remo Deusto: “Hablando con entrenadores de otros clubes de Bizkaia comentamos el gran número de bajas que tenemos cada año con todo lo que eso supone. Cada temporada es como volver a empezar de cero y no es nada fácil. Nosotros somos un club de cantera y este año tenemos una plantilla con una media de edad de 19 años. Para un equipo tan joven e inexperto es muy complicado competir en una categoría tan exigente como la ARC- 1”.

La dársena de la Benedicta en Sestao se llena de remeras y remeros en las categorías alevín, infantil, cadete y juvenil. Sin embargo, de entre esos cientos de deportistas que compiten cada fin de semana en la liga vizcaina de bateles, son muy pocos los que llegan a bogar en trainera. Por el contrario, cada vez es más elevada la edad media de los equipos que compiten en la máxima categoría. Gerardo Ranero, un deportista que lleva muchos años en el mundo del remo y a sus 53 años mantiene activa su licencia como remero, reflexiona sobre la situación que atraviesa este deporte en Bizkaia: “Nosotros vivimos este deporte como parte de nuestra vida. Yo siempre digo que en las traineras hay muchos atletas y pocos remeros, que son los que viven el remo veinticuatro horas al día 365 días al año. De eso ya no queda. A la gente joven no le gusta eso de sacrificarse todo el verano para remar en trainera y prefiere disfrutar de sus vacaciones y pasárselo bien en la temporada estival. Esa decisión es absolutamente respetable pero es muy difícil encontrar remeros jóvenes con compromiso. Yo los tengo en mi plantilla”.

Ranero subraya la necesidad de buscar soluciones para la delicada situación que, a su juicio, atraviesa el remo en Bizkaia: “Hace no muchos años había 17 traineras en la ARC-2 y ahora solo compiten siete, y gracias. Si embargo, en la categoría de veteranos hay regatas en las que participan 18 traineras. Este deporte está herido de muerte y no hacemos nada por darle la vuelta a la situación”. Entre las medidas que plantea el preparador de Deusto está la de modificar el calendario de regatas. “Está claro que esto no va bien y hay que hacer algo. Todos los deportes descansan en verano salvo nosotros. Igual habría que iniciar antes las regatas y finalizar la competición en julio, como sucede en la liga de veteranos en la que cada vez hay más remeros. No lo sé. Pero lo que está claro es que algo hay que hacer. Quizá haya que pedir consejo a alguien ajeno al remo para que analice lo que está pasando y nos plantee soluciones”, sugiere Gerardo Ranero.