El bilbaino Borja Rodrigo, presidente de la Asociación de Clubes de Traineras durante los últimos siete años, subraya la necesidad de seguir mejorando y creciendo en todos los aspectos relacionados con la liga de traineras.

¿Qué supuso la constitución de la ACT, el 9 de julio del 2003, para el mundo del remo y la competición de traineras en el Cantábrico?

—Por un lado, vino a cubrir una necesidad que objetivamente existía porque en aquel entonces al mundo del remo le faltaba una estructuración, una ordenación en el aspecto deportivo, institucional e incluso también en el terreno de seguimiento de las aficiones y medios de comunicación. Se consiguió unificar un deporte que estaba desmembrado y dotarle de una cierta coherencia. Se creó un organismo que aglutinara todos los estamentos del remo.

¿Transcurridos veinte años desde la puesta en marcha de la ACT, qué valoración realiza de lo acontecido en estas dos décadas?

—Pienso que la valoración generalizada es la de que la ACT marcó un antes y un después en la historia del remo de banco fijo. La liga de traineras ha cumplido los objetivos marcados en su génesis, principalmente el de vertebrar la competición, y además ha supuesto un salto tanto cualitativo como cuantitativo en cuanto a los medios que dispone y el tipo de organización.

¿Hacia dónde debe caminar un organismo de las características de la ACT?

—Tenemos el reto de seguir creciendo y mejorando para dar mayor alcance y dimensión a la competición. Hemos logrado consolidar el proyecto de liga de traineras pero queremos seguir avanzando.

¿Cómo ha cambiado el mundo del remo en estos veinte años?

—Yo creo que se le ha dotado de una gran solidez en cuanto a normativa y una amplia repercusión de una competición que cada día es más interesante. Contamos con los mejores deportistas, los mejores campos de regata y con todo el apoyo institucional y mediático.

Llama poderosamente la atención el hecho de que tras dos décadas de liga de traineras, no se haya constituido una asociación de remeros que aglutine y defienda los derechos de los que son los grandes protagonistas de este espectáculo.

—Es una pregunta que no entra dentro de mi ámbito competencial como responsable de la ACT. No obstante, los remeros tienen presencia en la ACT de manera directa o indirecta, a través de los clubes que les representan. El hecho de que no exista una asociación de remeros no quiere decir que no existan canales suficientes para poder transmitir la opinión de los deportistas a través de los clubes. Procuramos escuchar y tener en consideración todas las opiniones, y por supuesto la de los remeros.

Le reclamo un ejercicio de autocrítica. ¿Cuáles son los aspectos a mejorar en la gestión y funcionamiento de la ACT y la liga de traineras?

—Queremos seguir confeccionando un calendario interesante en cuanto a campos de regata. Debemos ser ambiciosos a la hora de elegir los lugares que vamos a visitar. Además, tenemos que mejorar en los medios técnicos de que disponemos. Hemos de seguir buscando mejoras que nos permitan una mayor tecnificación de las regatas y de su seguimiento. Además, y aunque el nivel actual es muy alto, pretendemos mejorar en la retransmisión de las regatas.

Desde el punto de vista técnico, la competición no comenzó de la mejor manera, con la suspensión de la primera jornada de la Eusko Label Liga. ¿Qué valoración realiza de lo acontecido el pasado sábado en A Coruña?

—No cabe duda de que la valoración es agridulce. Nos movemos en un medio natural que no dominamos, y además en esta ocasión en un campo de regata con unas características muy particulares sin accesos al agua alternativos. Se valoraron otras posibilidades para el embarque de las traineras pero ante todo prevaleció la seguridad de los deportistas. En cualquier caso, entiendo el enfado y la reacción inicial de algunos. A nadie le gusta suspender una regata.

Deportivamente, sin embargo, pudimos disfrutar de grandes regatas, tanto en categoría femenina como en masculina.

—Tras el disgusto del sábado por vernos obligados a suspender la regata, el domingo tuvimos la oportunidad de gozar de un gran espectáculo deportivo en un campo de regatas impresionante.

En la liga femenina se ha dado un paso adelante muy importante duplicando el número de traineras.

—Yo creo que hemos dado un paso tan importante como el que dimos hace veinte años con la constitución de la ACT. Además, el incremento en el número de traineras femeninas no solo afectará en exclusiva a la Euskotren Liga sino también a todas las competiciones que están por debajo. Ampliar a ocho traineras va a permitir aumentar el interés deportivo de la máxima categoría femenina y además, al ampliarse las posibilidades de acceso, permitirá que otros proyectos se consoliden.

Analizando las plantillas de remeros de los clubes que compiten en la Eusko Label Liga nos encontramos con una media de edad cada vez más elevada. Todo apunta a que no se está produciendo un relevo generacional.

—El número de licencias no está descendiendo. Puede ser que los clubes quieran seguir contando con los mejores deportistas y prefieran apostar por remeros expertos. En cualquier caso, no podemos descuidar el trabajo con las categorías inferiores porque de ahí saldrán los remeros de trainera del futuro garantizando el relevo generacional.

Desde el arranque de la liga de traineras se determinó la alineación de un mínimo de remeros canteranos y propios en las tripulaciones de cada regata. Son muchos los clubes con dificultades para cumplir esa normativa.

—Esas cuestiones son debatidas cada cuatro años y en las últimas reuniones ha quedado claro que existe un consenso respecto a ese tema. Se permite la coexistencia de proyectos que apuestan por un modelo u otro. Hay un termino medio que se considera que es el necesario para poder implementar cada proyecto.