LA clasificatoria de la Bandera de La Concha mezcla muchas sensaciones entre las tripulaciones. Es un día festivo, en el que más de veinte embarcaciones se juntan en Donostia. Muchos nervios, pero de distinto tipo al saltar al agua. Está la incertidumbre de las favoritas, de aquellas remeras que tienen que entrar sí o sí y no lograr uno de los siete billetes en juego sería un fracaso. Por otra parte, la gran mayoría afrontan este día con ilusión. Sin nada de presión y con un bonito premio. Para algunos clubes solo estar en esta regata ya es un premio y todo lo que viene a continuación es disfrutar. Entre los equipos vizcainos también hay esa ligera mezcla. Deusto, que ya remó el curso pasado en los dos primeros domingos de septiembre, llega con el objetivo claro de volver a entrar. Mientras, Ondarroa no descarta dar la sorpresa aprovechando sus buenas habilidades en la mar y Portugalete quiere vivir su regreso a esta jornada con ilusión y con la mentalidad de disfrutar y aprender en una regata especial. Los billetes se pondrán en juego el jueves, a partir de las 18.00 horas.

En Deusto tienen claro que a la clasificatoria quieren ir a competir. Las tomateras finalizaron terceras en la ETE y dejaron claro que son una de las candidatas a entrar en la Bandera de La Concha. “Es la regata en la que todo el mundo quiere estar. A eso vamos a ir. Queremos hacer una buena regata. Sabemos que está complicado porque hay muchos botes que tienen opciones, pero vamos a dar nuestra mejor versión y que eso nos aporte para coger moral y nos de ese punto de forma para el play-off”, analiza Josu Ortube, entrenador de Deusto. Una de las asignaturas pendientes de las bilbainas este curso está siendo su rendimiento en el mar, donde no terminan de brillar de la misma manera que en ría, aunque el técnico del club deustoarra es optimista: “Llegamos en un buen momento, estamos encontrando buenas sensaciones entrenando en mar y vamos con todas las ganas del mundo”.

En una situación cercana a lograr el billete está Ondarroa. La Antiguako Ama no es una de las favoritas para entrar, pero tampoco hay que descartarla de esa pelea. “Vamos sin ninguna presión, pero con toda la ilusión del mundo”, afirma su presidente, Koldo Azpiazu. La irregularidad está siendo una de las características de las ondarrutarras este curso, una trainera muy joven que es capaz de hacer grandísimas regatas y también de caer en la tabla. Desde el club se agarran a la buena versión de la cuadrilla para tratar de entrar en la Bandera de La Concha. “Es esperanzador. Sabemos que en la mar andamos mejor que en la ría y si hacemos una buena regata igual nos colamos. Cuando hemos remado bien, hemos hecho buenos puestos”, añade el directivo, que recuerda que en ediciones anteriores “no hemos estado lejos y entrar sería la leche para el pueblo y para ellas”, declara.

En otro escenario muy diferente acude a la clasificatoria Portugalete. El club ya cumplió su objetivo con creces al sacar la trainera y las perspectivas para continuar la temporada que viene son positivas. La cita del jueves es un premio para ellas y la mejor de las despedidas en esta temporada de aprendizaje. “El equipo está con ganas y nos lo hemos planteado como el premio de la temporada. El objetivo era competir y salir. Ahora toca disfrutar del premio en una regata que es para todo el mundo es muy especial”, afirma Aser Núñez. El entrenador de la Jarrillera da valor a estar ahí ya que “muchos remeros ni pueden optar a estar”, comenta. Será otra oportunidad de disfrutar para dar un bonito punto y final a la temporada en un escenario en el que se mezclaran muchas sensaciones con la vista puesta en los dos siguientes domingos.