LAS palas verdes golpeando con fuerza el agua, el platanito verde y rojo vistiendo a los remeros que bajan por la rampa de La Benedicta dispuestos a remar montados en una trainera histórica. Iberia ha vuelto. Tras más de una década sin salir al agua, los remeros de la Hojalatera bogan de nuevo, sin las gloriosas aspiraciones de antaño, pero con el mismo espíritu, el objetivo de defender con orgullo el nombre de Sestao y tratarlo de llevar a lo más alto. Lejos quedaron los días de gloria, en los que la embarcación sestaoarra se convirtió en la primera trainera vizcaina en hacerse con la Bandera de La Concha. Ahora es el momento de empezar desde abajo. Paso a paso. Iberia ocupa la última posición de la ARC-2 y busca ganarse el sitio en una plaza que en esta época está conquistada por Kaiku, el principal club de la localidad en estos momentos.
Deportivamente el año no está siendo sencillo para Iberia. La inexperiencia de sus remeros y la dureza propia de la competición ha situado a los sestaoarras en el farolillo rojo. A pesar de eso, desde el club se muestran tranquilos y dan más importancia al hecho de estar compitiendo que a las posiciones logradas. “No nos llevaba la vida los resultados, lo más importante era sacar el bote al agua y que volviera a verse el nombre del club”, opina Eleder Martínez, presidente de la Hojalatera, que es optimista a la hora de mirar atrás y calificar el inicio del curso: “Está siendo un año positivo ya que ha sido un esfuerzo duro sacar la embarcación otra vez al agua después de casi once años. Siempre teniendo cosas buenas y malas, la valoración es positiva”. Dentro de la trainera también hay tranquilidad y los remeros están con los pies en el suelo, sabiendo a la perfección las dificultades que conlleva llevar a cabo un proyecto como este. “Lo que nos interesaba era que la gente supiera lo que es esto. Hay un par que han competido, pero queremos que el resto vea lo que es remar aquí y que se pueda ver al club en el agua, eso servirá de captación. Deportivamente estamos cumpliendo. Sabemos cuál es nuestro papel, nuestra experiencia y nuestras limitaciones, en ese aspecto estamos contentos”, detalla José Juaristi, entrenador de Iberia.
Este retorno no solo ha supuesto una alegría en Sestao. El resto de clubes han visto con gozo como una trainera histórica regresa a la lucha tras demasiado tiempo guardada en la dársena. “En todos los sitios nos han mostrado mucho cariño y los otros clubes nos apoyan para tirar adelante. Al final mucha gente ha bogado en Iberia o tiene algún tipo de relación”, comenta Martínez. La época dorada de la Hojalatera todavía es recordada en el mundo arraunlari y a pesar de que en estos momentos su lugar sea otro, los halagos por intentar hacer resurgir a esta trainera son numerosos. “Es algo que gusta oírlo y ayuda a seguir empujando. En momentos bajos, nos acordamos de ello y nos da fuerzas. Después de once años de que el club no sacaba el bote al agua, conseguir el objetivo nos enorgullece porque nos ha costado sangre, sudor y lágrimas”, cuenta el presidente sestaoarra.
Los destellos de la antigua gloria de Iberia no ciegan a los actuales directivos. Ellos tienen claro que sus objetivos son otros. La supervivencia antes que los grandes resultados. Crear un proyecto duradero que sea un reflejo de Sestao en las aguas del Cantábrico. “Vamos a ir poco a poco, trabajar con nuevos ideales y ver cómo salen las cosas. Sabemos que vamos a estar muchos años en la ARC-2, pero si las cosas van bien, quien dice que no podamos estar luchando por entrar en un play-off de ascenso”, comenta Martínez. Entre estos nuevos valores, la cantera será algo fundamental. Crear una base de la casa para poder crecer juntos. “La cantera es una cosa básica. El año pasado todo fue muy rápido y no pudimos realizar la captación de la mejor manera. Nosotros apostaremos por gente del pueblo porque al fin y al cabo eso es lo que somos”, añade.
Un club que vuelve a un pueblo en el que ya existe otra trainera, una que ha tocado durante muchos años la gloria y que hace que Iberia quede un poco en la sombra. Aun así, desde la Hojalatera apuesta por la convivencia. “Kaiku es Kaiku e Iberia es Iberia. Hay buena relación, pero somos independientes y cada uno tiene sus objetivos”, afirma Martínez. Dos caminos diferentes que tienen una misma gran meta, llevar el nombre de Sestao con orgullo por el Cantábrico.