Bilbao - “Mi objetivo es ganar el Campeonato del Bundo de Boston. Y si puedo bajar de seis minutos, mejor. Espero pelear con el canadiense que me ganó el año pasado, Jordan Weide”, decía tras bañarse en oro Marcos Morales en los estatales británicos de remo indoor Máster 30-39. Al técnico argentino del club getxotarra Raspas del Embarcadero se le había escapado por poco la medalla dorada mundial el curso anterior y su meta estaba en la de este año. Dicho y hecho. El remero sabía que su reto pasaba por bajar de los seis minutos. El domingo, en el Agannis Arena de la universidad de la ciudad estadounidense, Morales completó una actuación inmensa, que refrendó con un tiempo que rasgó los seis minutos en los 2.000 metros, un registro que el bonaerense había colocado como tiempo bueno para estar en la pugna por el primer puesto. Paró el crono en 5:59,03 minutos. Cinco segundos menos que en 2014 cuando ganó la plata frente al canadiense Jordan Weide, que este año ni siquiera estuvo en el triunvirato final.
El bonaerense planteó la cita desde un inicio con sumo cuidado. De hecho, su plan pasó por aterrizar en Boston a principios de la pasada semana con la intención de aclimatarse a la diferencia horaria estadounidense. Partió el lunes 23 de febrero. Además, durante sus últimas semanas en Getxo entrenó a las horas en las que estaba planteada la competición.
El remero y entrenador mantuvo el tipo durante toda la competición, en la que superó en poco más de un segundo en la línea de meta a la plata del mundial en categoría Máster 30-39, John Lipiros, de la University Barge Club. Escaso margen que acaba valiendo un oro. “Mi táctica es salir fuerte los primeros 500 metros. Después tengo un kilómetro en el que aguanto, estable, y en los últimos 50 trato de dar el resto”, explicaba antes de marchar a Estados Unidos el de Raspas del Embarcadero. El más inmediato perseguidor de Morales terminó los dos kilómetros en seis minutos y siete décimas. Apenas un bache, un respiro, un parpadeo, no hubo más distancia entre ambos. De ahí que el técnico del club de Getxo soltara un grito de satisfacción al término de su actuación con el remoergómetro. Tercero quedó James St. Louis, que acabó en 6:01,9 minutos. “Detrás de cada triunfo hay muchos madrugones y sacrificios”, apostillaba entonces Morales. Ya tiene el oro mundial de remo indoor. Objetivo cumplido. - I. G. Vico