En primavera de 2022 el Boletín Oficial del País Vasco divulgó la primera de una cascada de solicitudes de proyectos del mismo tipo en Enkarterri. Tres años después, el recorrido de la instalación en la que Euskal Haizie S.L.U. pretendía levantar ocho aerogeneradores de 115 metros de altura y rotor de 170 metros de diámetro terminó ayer en la misma publicación. El Gobierno vasco emitió una declaración de impacto ambiental desfavorable para el parque eólico Artzentales-Sopuerta, cuyas infraestructuras iban a afectar también a Galdames, Güeñes y Zalla, por su “grave” impacto para el alimoche.
Los informes incorporados al expediente “coinciden en considerar el proyecto y la línea eléctrica de evacuación inasumibles desde el punto de vista ambiental, al localizarse en una zona con alta densidad de territorios de alimoche, especie amenazada y un flujo intenso de otras especies, algunas de las cuales están también catalogadas: milano real, buitre leonado, halcón peregrino, etc., cuyo estado de conservación puede verse comprometido”, argumenta el documento rubricado por el director de Administración Ambiental.
En la comarca “existe un gran dormidero de alimoches” que recibe entre febrero y octubre a “un centenar de ejemplares que diariamente se desplazan decenas de kilómetros”. De acuerdo a un estudio de la Diputación que cita el Gobierno vasco, la ubicación propuesta para los molinos “se encuentra en un perímetro diez kilómetros en torno a tres lugares críticos, tratándose de uno de los enclaves de mayor importancia de la península ibérica y de relevancia internacional”. La construcción de los molinos generaría una “afección directa” imposible de revertir con medidas compensatorias durante la obra o después.
Además, en el entorno de la instalación se identifican tres Áreas de Interés Especial y Zonas de Protección para la alimentación de necrófagas: Ordunte, Armañón y Meatzaldea y en los alrededores se encuentran el 13% de los nidos de buitre leonado de Bizkaia y la comarca alberga refugios de especies de murciélagos en peligro de extinción. Como el Rhinolophus euryale, del que solo se conocen tres colonias reproductoras en Euskadi, dos de ellas, en Enkarterri.
Restos prehistóricos
Asimismo, se preserva un “rico y variado patrimonio cultural prehistórico, medieval y contemporáneo”, como la estación megalítica de Alen, que forma parte del Conjunto Monumental de las Estaciones Megalíticas del Territorio Histórico de Bizkaia, “catalogada como Bien Cultural de Protección Especial del Patrimonio Cultural Vasco” con elementos dispersos hasta en Cantabria.
También perviven “numerosas evidencias arqueológicas del pasado minero y metalúrgico” desde la Edad Media: ferrerías de monte, cotos mineros de época contemporánea con su infraestructura de transportes –como el de Alen, trazado del ferrocarril Castro-Alen y edificaciones auxiliares)– y la casa torre de la Jara, edificio que data del siglo XVI, declarado Bien Cultural con categoría de Monumento, de protección media, cerca de la subestación del mismo nombre en Güeñes.