Enemigos íntimos
Beñat y Asier Astelarra son dos hermanos enfrentados: uno rema en Kaiku; y el otro, en Urdaibai
plentzia
TÍMIDOS y de mirada sincera. Es la tarjeta de presentación de dos remeros que vivirán hoy de manera especial la última jornada de la Bandera de La Concha. No subirán a los botes con los remos, ya que sus respectivos entrenadores no cuentan con ellos para la batalla de hoy, pero vivirán de una manera muy intensa lo que hagan sus compañeros. Son Beñat y Asier, los hermanos Astelarra. El primero rema para Kaiku y el segundo pone sus brazos al servicio de Urdaibai. Son dos plentziarras inmersos en un pulso entre Sestao y Bermeo. La sangre les une, pero la camiseta les separa. Aunque gozan de una estrecha relación fraternal se reconocen como rivales. Sin concesiones, sin miramientos.
"Yo llegué a Kaiku el año pasado. Pedro Mari Abando, que fue mi entrenador en Arkote, me llamó porque les hacía falta remeros para el tema de los propios y me convenció. No estaba remando desde hace siete años. Cuesta un poco empezar, pero no me arrepiento de haber vuelto", explica Beñat. Es el mayor de los dos, tiene 32 años. Trabaja en un ambulatorio de Llodio como fisio y al terminar con su jornada laboral se pasa por Sestao para entrenar: "Cuando aceptas remar para un club que aspira a lo más alto sabes que tienes que cumplir con lo que has acordado, con entrenar todos los días, sin escaquearte nunca y cuidarse de comer, beber, de trasnochar, de todo".
Beñat ha asumido con buen talante su rol en la plantilla. Está en ese grupo de remeros de Kaiku que pelea cada fin de semana en la Liga San Miguel y que cede su tosta a los titulares cuando llegan los campenatos y las citas importantes, por eso no estará hoy en la Bizkaitarra. Que lo encaje bien no quiere decir que no sea ambicioso: "Este año no me está costando asumir el estar fuera de los campeonatos y de las regatas importantes porque es el primer año. Igual el año que viene lo llevo peor. Ya veremos". Aunque no haya dado una sola palada en los campeonatos de Bizkaia, Euskadi y España se siente partícipe de los títulos y relata que dentro de la plantilla no hay una división entre titulares y remeros menos habituales: "Entre nosotros no hay ningún problema, hay muy buena convivencia en la plantilla. Luego igual te gustaría que te hiciera más caso quien fuera, pero no hay problemas en el equipo". En cuanto a sus posibilidades de estar hoy en el bote, lo tiene claro: "Los trece son los trece, llevan ahí todo el verano".
El rol de Asier en Urdaibai es diferente. José Manuel Francisco sí lo utiliza habitualmente como titular en regatas importantes. Ha tenido un papel relevante en la Liga, e incluso tuvo la oportunidad de remar en la regata clasificatoria de La Concha de la semana pasada. "Yo intento aprovechar la oportunidad cuando el entrenador me monta en el bote", explica. Asier, de 30 años, empezó en el remo como su hermano, en las categorías inferiores de Arkote. Tuvo la oportunidad de remar con los colores de su pueblo en La Concha, pero en 2007 fichó por Urdaibai "para subir a otro nivel". Asier compagina su vida deportiva con su trabajo de fresador en una empresa de Urduliz, algo que no siempre es sencillo, ya que trabaja por turnos. Cuando lo necesita cambia el turno en la fábrica, cosa que no ha hecho esta semana porque tiene bastante claro que le tocará ser suplente hoy en Donostia. Los dos hermanos coinciden a la hora de afirmar que se vive peor las regatas desde tierra: "Se sufre más fuera del bote, se pasan más nervios. Hay que preparar la trainera, tener todo en orden para cuando llegan los titulares y cogen el bote. No fastidia hacer ese trabajo, lo que fastidia es no remar".
Tener el enemigo en casa trae consigo varias consecuencias. La primera es que es inevitable hablar de remo. "No se le cuenta todo al hermano, pero se habla de remo", explica Beñat. "Alguna vez en el equipo ya nos preguntan a ver qué dice el hermano en casa, por si sacamos algo de información", apunta Asier. Pero lejos de hacer horas extra como espías, los dos hermanos critican a los que "lo cuentan todo".
¿Y qué opina la familia? ¿Tienen el corazón dividido en las regatas? "La familia cuando está conmigo va con él y cuando está con él va conmigo", responde Beñat. "La cosa es chinchar", confirma Asier. Eso sí, el remero azul afirma que el tercer hermano, el menor, "va con Urdaibai". Beñat no se enfada, está tranquilo porque este año ya ha salido ganando con las preferencias de sus familiares: "Ya le he ganado 400 euros a mi padre con apuestas del campeonato de Bizkaia y el de Euskadi. A mi me ha vendio muy bien que apueste en contra mío".
Los dos hermanos se sienten satisfechos con el resultado del domingo pasado: "Nunca sabes lo que puede pasar, pero es un buen resultado porque podemos pelear todavía por la Bandera. Después de estar seis segundos por detrás de Kaiku, llegamos a meta con sólo un segundo y medio de desventaja", explica Asier. El mayor de los Astelarra también hace una lectura positiva: "Para nosotros también ha sido muy buen resultado. Hemos quitado de la pelea a muchos botes, practicamente la cosa ha quedado entre dos. Si hay mala mar pueden entrar todavía otros dos, pero bueno. En las mismas condiciones del pasado domingo no creo que puedan estar en la pelea".
Uno de los dos volverá hoy a casa con una Bandera de La Concha en el palmarés. Asier dice que lo celebrará "con una buena jamada y una riada de algo", pero que se cuidará porque le toca remar el siguiente fin de semana. La Liga ya ha terminado para Beñat, así que "lo celebrará a tope".