Olaizola II-Zabaleta 22

Elezkano-Mariezkurrena II 10

Duración: 47 minutos.

Saques: 2 de Olaizola II por ninguno de Elezkano II.

Pelotazos: Se cruzaron 386 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 7 de Olaizola II, 5 de Zabaleta, 4 de Elezkano II y 1 de Mariezkurrena II.

Errores: 2 de Olaizola II, 3 de Zabaleta, 3 de Elezkano II y 5 de Mariezkurrena II.

Marcador: 5-0, 5-3, 6-3, 6-6, 7-6, 13-7, 15-8, 15-9, 17-9, 17-10 y 22-10.

Incidencias: Muy buena entrada en la final del Master CaixaBank disputada en el frontón Ogueta de Vitoria-Gasteiz.

"Aimar, Aimar, Aimar Olaizola", cantó la grada con el corazón en la garganta. El cántico para el pelotari interminable. Supuró el Ogueta de Gasteiz emoción y agradecimiento, puesta en pie la afición en un día grande, de ambiente de feria, aunque no fuera La Blanca. Honor y gloria para reivindicar la enorme figura de Aimar Olaizola, el hombre que siempre estuvo ahí, el ajedrecista de la mano, el manista superlativo al que todos reconocen su magisterio, una de las luminarias más brillantes del universo de la mano. El de Goizueta cabalga hacia el ocaso -disputará su último partido en su localidad natal el 13 de noviembre, día de su 42 cumpleaños- como un héroe crepuscular que busca la caída de sol para fundirse con él y descansar de tanta pompa y boato. Ocurre que Olaizola II es un competidor impenitente, siempre hambriento, como si la lana de las 14 txapelas (cuatro del Manomanista, siete del Cuatro y Medio y tres del Parejas) de los días de gloria nunca le hubieran saciado del todo. El delantero navarro, el arquitecto de los ángulos, siempre tiene espacio para otro laurel y trascender al palmarés.

Se va Aimar porque quiere. Hasta en ese detalle, que no es menor, ha acertado el manista, tan certero en la toma de decisiones. El de Goizueta elige el cómo, el dónde y el cuándo. Él deja la pelota y no la pelota a él. Conviene subrayar la idea. No desea manchar Aimar su legado. Quiere que le recuerden como un campeón. "Mejor retirarse así que arrastrándose", expuso el de Goizueta, un sabio. Otra txapela para la cabeza de Aimar. Nadie más inteligente que él sobre una cancha. No es fácil la vida del campeón. Aimar lo ha sido toda su vida. También en el Master CaixaBank, donde almacenó otro pedazo de gloria para el puzzle de su biografía de ganador. El delantero navarro, impulsado sobre la catapulta de Zabaleta, imperial y demoledor el de Etxarren, se coronó en la final del torneo ante Elezkano II y Mariezkurrena II por un nítido y concluyente 22-10. Larga vida al rey. "Espero que reconsidere su decisión y no lo deje. Puede seguir jugando", apuntó Zabaleta, que pudo observar cada gesto de Aimar, otra vez vertebrando una actuación estupenda.

Elevado a hombros por el gigantesco Zabaleta, un zaguero de época, gestionó el duelo a la perfección en el áspero Ogueta, un frontón exigente que empatiza con los que atacan y daña a los que defienden. Zabaleta, una carga de dinamita en cualquier cuadrícula, -su golpe en la cintura del frontis, la carga de sus pelotazos tremendos y su capacidad de meter la pelota en la pared izquierda fueron determinantes- dominó la escena. Se impuso a Mariezkurrena II, que por momentos le sostuvo la mirada, pero el de Berriozar tuvo que sucumbir ante el acoso de Zabaleta, portentoso una vez más. Cada pelotazo era una mala noticia para el joven Mariezkurrena II, que en el tramo inicial, con Danel Elezkano valiente, pudo revertir el inicio arrollador de los colorados: 5-0. Aimar se anunció con una parada al txoko y un gancho. Hacía caja el goizuetarra y Zabaleta provocaba socavones. Algunos errores y el arrojo de Elezkano II, que sumó un par de tantos maravillosos con el dos paredes, señalaron el empate. Mariezkurrena II retó a Zabaleta. Se igualó la contienda. 6-6. Aimar mandó parar. Enlazó tres tantos consecutivos. Le respondió Zabaleta con otro trío. 13-6. Se quebró el equilibrio. Disparados Aimar, muy cómodo, y Zabaleta, demoledor, tejieron el triunfo con celeridad ante la mirada caída de Elezkano II y Mariezkurrena II, sometidos. Aimar, siempre Aimar, cerró la final con un gancho que ha dibujado miles de veces. La firma a otra txapela. Aimar imparte magisterio.