En agosto de la pasada campaña, cuando la pelota a mano había regresado a los frontones después de tres meses de ausencia y peleaba por estabilizarse con el Masters Caixabank, Baiko Pilota anunció que renovaba el contrato de Aimar Olaizola, que en noviembre cumplió 41 años. La empresa bilbaina y el delantero de Goizueta prorrogaban su vinculación durante, al menos, una campaña más. Es decir, que la vida deportiva del pelotari navarro, una leyenda viva, se iba alargar hasta diciembre de este curso. "Con esta edad poner objetivos de jugar durante tres o cuatro años más es en balde. Lo más importante es tener buenas sensaciones y continuar así", explicó entonces. Llegó a las semifinales del Masters con Zabaleta y después cayó en la final del Parejas de 2020, un campeonato aletargado por la pandemia del covid-19 y la huelga de pelotaris de Baiko.

No obstante, la eliminación del domingo en el play-off -vivió junto a Rezusta la remontada de Ezkurdia-Ladis Galarza-, su renuncia a disputar el Cuatro y Medio y el Manomanista y el final de su contrato en diciembre arrojan un velo de incertidumbre sobre su participación en más partidos de campeonato. ¿Y si Olaizola II puso el punto final en el Adarraga a su desempeño en las competiciones oficiales de la Liga de Empresas? "No sé si ha sido mi último partido de un Campeonato de Parejas", expresó el navarro en los micrófonos de Radio Euskadi, donde se sinceraba con el peaje que paga por mantenerse en la cresta de la ola. No se trata de algo físico o de juego -"en la cancha me veo bien, compitiendo", reveló-, sino que el pelotari pone en solfa la carga mental de toda la semana. "Dos o tres días antes del partido ya empiezo a darle vueltas y pesa en la cabeza", dijo. Se siente "cansado". "Con la pandemia se me está haciendo más duro. Sales a la cancha y no hay gente, todo es un poco más frío", declaró en Logroño. Lo cierto es que, teniendo en cuenta el calendario con el que se manejan Aspe y Baiko, para una hipotética nueva incorporación de Aimar sería necesaria una nueva prórroga contractual.

De este modo, el contador de compromisos en el Parejas se queda, de momento, parado en los 245 en 22 participaciones. "Todavía tengo contrato. Si me veo incómodo seré el primero en comunicárselo a la empresa. Me encuentro un poco cansado de cabeza", especificó el pelotari navarro, quien ayer mismo cumplió 23 años en el campo profesional. Debutó en el frontón Jaian Jai de Lekunberri en 1998 con el emblema de Aspe en el pecho. Al finalizar su vinculación con la marca de Eibar, en 2001, Luis Benito Nalda le reclutó para Maesku 2000, promotora que acabó absorviendo ese mismo verano Asegarce, ahora Baiko, donde se encuentra "como en casa".

Aunque en el Adarraga no pudo conquistar su decimoquinta presencia en las semifinales del Parejas, posee un currículum lleno de hitos. De hecho, es el pelotari con más finales de la historia en la especialidad (ocho), de las cuales ha conquistado tres -con Oier Mendizabal (2008), Aritz Begino (2011) y Mikel Urrutikoetxea (2016)-. Por detrás quedan otras figuras como Antton Maiz, Juan Martínez de Irujo, Julián Retegi (siete finales y cinco títulos) o Rubén Beloki (siete finales y dos títulos).

Eso sí, no volverá a las citas individuales, donde suma el grueso de sus títulos. Aimar posee siete txapelas del Cuatro y Medio y cuatro del Manomanista. Es uno de los grandes.