Jaka-Martija 22

Olaizola II-Rezusta 19

Duración: 62:38 minutos de juego.

Saques: 1 de Jaka (tanto 22) y 1 de Olaizola II (tanto 2).

Faltas de saque: 1 de Jaka.

Pelotazos: 585 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 17 de Jaka, 1 de Martija, 9 de Olaizola II y 4 de Rezusta.

Errores: 2 de Jaka, 2 de Martija y 3 de Olaizola II.

Marcador: 0-1, 0-3, 2-3, 2-5, 5-5, 8-5, 8-8, 10-8, 10-10, 10-11, 11-11, 11-13, 12-13, 12-14, 13-14, 13-15, 14-15, 14-17, 17-17, 17-18, 18-18, 18-19 y 22-19.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Labrit de Iruñea a puerta cerrada. En el primer partido, Peio Etxeberria-Tolosa ganaron a Agirre-Aretxabaleta (13-18). En el tercero, Salaberria-Oier Etxebarria vencieron a Alberdi-Salaverri II (14-22).

- Temblor y palpitaciones. Síndrome de Stendhal en el Labrit de Iruñea. Un artista magno en mitad de una obra de arte: Erik Jaka. Mil nudos en la garganta. Éxtasis.

La magia de Jaka se abraza al silencio y al aplauso, al veneno y las odas, a la poesía y al coraje, porque sus manos esculpen esculturas efímeras, cinceladas en el aire con poses estéticas y veloces. ¡Si parpadean, se lo pierden! La finura de Jaka, bailando en el filo de un cristal en mitad del Campeonato de Parejas, merece un tiempo de clausura y parón artístico y toda una ristra de momentos de YouTube. El coraje de Jaka se abrazó ayer a un espectáculo enorme e inopinado que bien vale una entrada para cualquier festival. La actuación de Jaka generó ayer un nudo en la garganta para espectadores y protagonistas, porque de su catálogo de remates florecieron trazos de pintor flamenco, de firmamentos brillantes, imaginativos, deliciosos, y la violencia seca de un cielo nocturno atormentado, asaeteado de relámpagos. La ambición de Jaka se mide en números: terminó 17 tantos en jugada y un saque; sus rivales, Aimar-Rezusta, únicamente derrocharon tres pelotas en todo el partido. Y perdieron. Todo un hito.

Mas la virtud del lizartzarra, acompañado de Julen Martija que fue de menos a más, no se acodó solo en la proeza de desnivelar un partido enorme, sino que también gana enteros por la situación que se encuentran en la tabla clasificatoria: hasta ayer eran colistas y el triunfo les impulsa a puestos de play-off Es decir, era el momento de tomar responsabilidades y Jaka, campeón de Manomanista, colorado hasta la médula durante toda la campaña, dio toda una exhibición. En el mundo profesional, en el que todo avanza a velocidad de vértigo y la maquinaria no deja de masticar resultados, atándose a una amnesia endémica, Erik completó un envite de los que tardan en olvidarse. Y, sin ser tan brillante como un gancho milimétrico, caben destacar los ánimos perpetuos del solidario campeón a su compañero que sirvieron para insuflarle oxígeno extra.

El final del partido, un 22-19 dirimido en 62 minutos y 585 pelotazos a buena, fue un grito al aire del guipuzcoano y un abrazo a Martija, que había terminado su anterior cita con la mano golpeada y, aunque sufrió frente a un buen Beñat Rezusta, se recompuso desde mitad de partido en adelante. Y ese chillido de Jaka rebotó en un Labrit vacío de aplausos. Una pena: den por seguro que el público habría despedido de pie al artista de Lizartza, protagonista absoluto. La ovación fue un nudo en la garganta. Hay obras tan grandes que merecen únicamente un silencio gozoso porque ningún adjetivo está a su altura.

Y eso que comenzaron remando a contracorriente. En los primeros pelotazos quedaron claras las diferentes tendencias: Jaka estaba para jugar y a Martija le costó ponerse ante un Rezusta mandón. Los de Baiko se escaparon 0-3 y 2-5, pero Erik, agresivo, valiente, veloz e imaginativo, transformó el envite. El lizartzarra fue el perejil de todas las salsas y acertó en la toma de decisiones: buscó las esquinas, afiló el bisturí del gancho y puso ritmo, elegancia y violencia.

Se registraron igualadas en el cartón cinco, ocho, diez y once. Después, Aimar-Rezusta se escaparon 11-13 y 14-17. Sin embargo, Jaka obró la revuelta (el 16-17 fue un dechado de virtudes) y Martija encontró su mejor nivel en los últimos tantos. Los empates se sucedieron en otras tres ocasiones (17-17, 18-18 y 19-19, que fue un buen derechazo de Martija). Dos remates de Erik y un saque desnivelaron la cita y catapultan a los de Aspe a los puestos de play-off. Dependen de sí mismos.