BILBAO. La pelota a mano femenina, en medio de una imparable progresión, dio ayer un nuevo paso al frente en el frontón Bizkaia, donde se disputó la gran final del II Torneo Bizkaia, en la que reinó el binomio formado por Iera Agirre y Ainhoa Romero, incontestables campeonas de un torneo en el que se impusieron en la batalla final a Amaia Alday y Nora Mendizabal por 22-12. El resultado, fiel reflejo de cuanto aconteció en la cancha, dejó un poso de amargura en la pareja Alday-Mendizabal. No solo por la derrota, sino por verse sumamente alejadas del triunfo en un envite en el que siempre fueron por detrás en el marcador.

A diferencia de lo sucedido en la segunda jornada de la liguilla, cuando Agirre y Romero tuvieron que consumar una meritoria remontada para adjudicarse la victoria, la cita de ayer en el Bizkaia cabalgó en todo momento del lado colorado gracias a la astucia de Agirre en los cuadros alegres y a la sorprendente madurez de Romero en tareas defensivas. A pesar de tener solo 15 años, el partido de la zaguera lemoarra fue sobresaliente, hasta el punto de perder solo tres pelotas. Mandó con autoridad la vizcaina en la distancia, mientras que su compañera de Leitza tiró de cabeza y frialdad para caminar hacia la victoria sin arriesgarse en demasía. Por ahí, sin ir más lejos, consiguió hincar el diente la dupla colorada al binomio azul, que coleccionó más errores que aciertos durante la final. Le sucedió, sin ir más lejos, a una voluntariosa, pero no tan acertada Alday.

La delantera de Dima, a sus 19 años, intentó marcar diferencias en los cuadros alegres jugándose un buen número de pelotas, pero la exigencia física del choque, unida a la siempre notable carga emocional que guarda bajo llave una final, lastró a las azules para impulsar a Agirre y Romero, que no dieron opciones a sus adversarias, pese al laborioso intento de mantenerse a flote de Mendizabal, quien trató de no girar la cara al partido pese a las dificultades halladas desde el tanto inicial. No fue, así las cosas, la mejor actuación conjunta de la delantera de Dima y la zaguera de Andoain, quienes, sin rendir a su máximo nivel, fueron de más a menos para ir perdiendo terreno paulatinamente en un pleito que fue decantándose irremediablemente hacia el bando colorado, que adquirió ventajas que resultaron insalvables (15-8 y 18-10). Dos tantos azules parecieron dar cierta vida a la final (18-12), pero resultó un mero espejismo, pues el marcador avanzó en un abrir y cerrar de ojos hasta el definitivo 22-12 sin que Alday, ni Mendizabal pudieran sumar ningún tanto más.

Fue así, con autoridad, como Agirre y Romero, campeonas sin discusión del II Torneo Bizkaia, se hicieron con unas txapelas con sello propio, cimentadas en una perfecta alianza que volvió a quedar de manifiesto en el último envite, el decisivo, en el que un mal día puede echar al traste todo el trabajo realizado previamente. No le sucedió ayer a la dupla colorada al término de una final que tuvo una hora de duración con 660 pelotazos a buena.

Buen ambiente

Ninguna meta, no en vano, resulta sencilla de alcanzar en realidad. Fe de ello pueden dar todas y todos los campeones, en lo que se convirtieron también ayer Agirre y Romero ante aproximadamente 400 espectadores en el frontón Bizkaia, que disfrutó de un buen ambiente. La pasión por la pelota a mano, de hecho, quedó reflejada ayer con cuatro guerreras luchando en la cancha y un buen número de seguidores disfrutando en las gradas, así como a través de la televisión gracias a la emisión de la final por parte de ETB.

Duración: 60 minutos.

Pelotazos: 660.

Marcador: 4-1, 6-2, 7-5, 10-8, 15-8, 18-10, 18-12 y 22-12.

Incidencias: Final del II Torneo Bizkaia femenino de pelota a mano disputada en el Frontón Bizkaia con unos 400 espectadores en las gradas. En el partido correspondiente al tercer y cuarto puesto, Bergara-Ruiz de Larramendi vencieron a Arrizabalaga-Alday (22-19).