Duración: 56:35 minutos de juego.

Saques: 2 de Irribarria (tantos 2 y 5).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 470 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 5 de Irribarria, 1 de Rezusta y 10 de Altuna III.

Errores: 7 de Irribarria, 4 de Rezusta, 1 de Altuna III y 2 de Martija.

Marcador: 0-1, 1-1, 2-1, 2-2, 2-15, 3-15, 3-16, 6-16, 6-17, 7-17, 7-18, 9-18, 9-21, 11-21 y 11-22.

Incidencias: Final de la feria Villa de Zarautz de la LEP.M disputado en el frontón Aritzbatalde de Zarautz. Buena entrada. En el primer partido, P. Etxeberria-Ladis Galarza ganaron a Víctor-Imaz (16-22). En el tercero, Mendizabal III-Erostarbe vencieron a Arretxe II-Salaverri (13-18).

Bilbao - Jokin Altuna no negocia. No hace prisioneros. Más todavía cuando medio tajo está servido. Iker Irribarria y Beñat Rezusta le regalaron ayer medio título del Villa de Zarautz en un mal partido, en el que Julen Martija no tuvo demasiado trabajo comprometido. Los pegadores naufragaron entre sus propios yerros y una red de detalles tejida por el delantero de Amezketa. El puntillero guipuzcoano, en forma, superó de cabo a rabo a Irribarria, desdibujado hasta un tramo final en el que únicamente pudo tirar de maquillaje para desentumecer los guarismos colorados. El encuentro no tuvo demasiada historia ni pimienta y la poca que hubo quedó finiquitada por Altuna III en un perpetuo crujir de estómago. Ambición. El delantero acabó el partido galardonado como el mejor del campeonato, enmudeciendo a sus adversarios, sin brújula, sin una hoja de ruta que perseguir. Jokin no perdonó sus fallos. Lo hizo todo prácticamente bien: acabar, defender y colaborar con Martija.

Ocurre que los zurdos, campeones del Parejas de 2017, no asomaron en el Aritzbatalde con su mejor versión. Ni mucho más lejos. Desnortados, incómodos, la acumulación de errores se convirtió en un potro de tortura, en un continuo derroche de juego, que engordó sin remisión el marcador de sus adversarios. La gota china fue una losa para la confianza de los colorados, quienes, entre marejada y marejada, se vieron en una crisis carnívora a la postre letal. Irribarria terminó su primer tanto en juego en el 6-16 -una parada al txoko estupenda- y fue entonces cuando comenzó a ver algo de luz al final del túnel, sin capacidad ya de restañar una hoja de servicios errática. Tampoco pudo Rezusta anunciar nubarrones de guerra con la electricidad de su mano izquierda, a pesar de anotarse un rebote. Sí que mantuvo la compostura, pero, al no abrir boquetes, la final se puso cuesta arriba. El de Bergara tuvo algunos fallos y no fue capaz de sacar de quicio a un Martija trabajador y áspero. En cualquier caso, desdibujados los colorados, en el río revuelto, fue Jokin el que sacó ganancia con una tacada de catorce tantos que rompió el partido en pleno amanecer competitivo.

Desde el 2-1, los azules se lanzaron directos al 2-15. Al mentón. Altuna, disfrutón, aprovechó los problemas de transporte de Irribarria, anulado en el traqueteo, romo. El amezketarra formó con Martija una combinación solvente, sin fisuras. Demasiado para sus contrincantes.

Rota la final, con un marcador decantadísimo y la sensación de superioridad absoluta de los azules, Irribarria intentó evitar el naufragio en Zarautz. El 3-15 fue un rebote de Rezusta y, en el 4-16, Altuna III cometió su único error del partido. Después, con algo de oxígeno, a pesar de las circunstancias adversas, Iker se lanzó a una huida hacia adelante: caras y más cruces. Sumó su segundo saque del partido y realizó una bonita parada al txoko; después, falló una dejada sin rival en el tapete desde el uno. Se curó con una volea al txoko potente y falló otra. Sumó dos tantos más, pero echó un gancho fuera y a Jokin se le acabó la paciencia. Dos remates del amezketarra pusieron el 9-21, únicamente contestado por dos fogonazos del zurdo de Arama (11-21). Altuna III cerró con una parada al txoko.