EL alma es un hogar donde que cada uno reside. El alma no se calienta por el sol que rasga la horizontalidad de las autopistas y el mercurio que salta. Al alma le hacen falta troncos y fuego para que el cuerpo se caliente. El alma transita entre ardor selvático y la gelidez antártica. El alma es un hogar con las ventanas abiertas y una chimenea con hambre lobuna. A todas horas, el estómago le cruje. A la comida de campeones del Manomanista le faltó la chispa de Miguel Gallastegi. Su estío. No hay un calor más generoso que el que nace de las entrañas, que extrañan lo pasado y lo pasado de la pelota a mano se escribió en la piel de cuero de Don Miguel, leyenda moderna. El exzaguero de Eibar, fallecido en enero a los 100 años, era uno de los fijos del restaurante Maipu de Sondika, pero ayer se le echó en falta. Su llama sigue refulgiendo en los libros de historia y en el corazón del Universo Pelota, que late con ardor febril.

Sí que asistieron Jesús García Ariño, Luciano Juaristi Atano X, Iñaki Gorostiza, Rubén Beloki, Aimar Olaizola, Oinatz Bengoetxea, Jokin Altuna y los finalistas de la presente edición del Campeonato Manomanista, Mikel Urrutikoetxea e Iker Irribarria, que pelearán por engordar su patrimonio de lana el próximo domingo 9 de junio en el frontón Bizkaia de Bilbao. Entre todos suman 18 títulos.

“Espero un duelo duro”

Jesús García Ariño (Atxondo, 1934) es el campeón más antiguo que se acercó ayer al Maipu. El vizcaino, de 84 años, venció dos veces (1957 y 1963) y estuvo en otras cuatro finales (1956, 1959, 1962 y 1964). “Muchas veces son los detalles los que marcan la diferencia en una final del Manomanista. También los fallos”, desgrana el primer vizcaino vencedor del mano a mano, al que siguieron Hilario Azkarate, Iñaki Gorostiza y Mikel Urrutikoetxea. “Espero un partido muy duro”, añade. El exprofesional considera que “Mikel puede cargar a la derecha a Iker Irribarria”. “También depende mucho de las pelotas que haya. Queremos un partido bueno”, remacha García Ariño.

“Si Irribarria pega...”

Luciano Juaristi, Atano X, (Azkoitia, 1932) es el más veterano, con 86 años. Conquistó dos txapelas (1966 y 1968) y perdió tres (1965, 1967 y 1969). “Lo más grande de esta final es que, hasta que no termine, no seré capaz de decir quién puede ganar. Pronosticar un resultado es muy complicado”, estima el guipuzcoano, quien revela que “si cada uno hace lo suyo, Irribarria tendrá más opciones para ganar. Si pega como sabe, del siete para atrás, no se pueden hacer milagros”. “Sin embargo, si deja vivo a Urruti, que tenga mucho cuidado”, finaliza.

“Se decide por detalles”

Iñaki Gorostiza (Atxondo, 1953) fue el último campeón vizcaino hasta la irrupción de Urrutikoetxea. Venció a su vecino Roberto García Ariño en 1977. Su primera final, en 1974, perdió ante Juan Ignacio Retegi por la mínima. “Veo con opciones a cualquiera de los dos pelotaris. Este tipo de partidos se deciden por detalles: los saques, cómo se colocan en el resto, que Urrutikoetxea pueda jugar a los pies a su adversario...”, afirma el atxondoarra, quien explica que “si Irribarria acierta con el saque, puede hacer mucho daño”.

“Un choque de trenes”

A Rubén Beloki (Burlata, 1974) le quitaron el récord de campeón más joven del Manomanista en 2016. Fue Irribarria. Tiene cuatro cetros (1995, 1998, 1999 y 2001) y perdió otros dos (2000 y 2002). “Es un tópico, pero creo que saldrá una final competida. Veo a Irribarria y a Urrutikoetxea en el mejor momento de los últimos dos años. Mikel ha ganado a pesos pesados como Bengoetxea y Ezkurdia. Será un choque de trenes”, cuenta el exzaguero, que se decanta por Urrutikoetxea. “ Lo veo difícil. Hay que sujetar el inicio de Irribarria y después Mikel tiene que tirar de clase. Es muy maduro”, remata.

“Quiero que gane Mikel”

Aimar Olaizola (Goizueta, 1979) estuvo presente en diez finales. Y ganó cuatro (2005, 2007, 2012 y 2013). Además, acompaña a Urrutikoetxea en sus ensayos. “Creo que para la semana que viene podrá entrenar normalmente”, analiza el navarro, quien recita que “veo a Mikel muy bien de chispa, de juego y de cabeza, con las ideas claras. El único problema puede ser lo de la mano. Al final, el que peor lo pasa es el que pide el aplazamiento. Mikel no podrá entrenar normal hasta el martes. Preferiría estar en el sitio de Irribarria”. El goizuetarra quiere que venza “Urrutikoetxea”, pero no se moja: “Si los dos están en la final es por algo. Iker está en un gran momento”.

“El partido está abierto”

Oinatz Bengoetxea (Leitza, 1984) nunca ha perdido una final del Manomanista. Ganó las dos que disputó (2008 y 2016). “Tiene pinta de gran partido, porque están los mejores especialistas del momento. Irribarria es todo fuerza y si hace un buen partido, puede aplastar por el poder que tiene. Pero Urrutikoetxea es el más completo de todo el cuadro”, opina el leitzarra, quien no ve problemas derivados del aplazamiento. “Lo peor de todo es que no puedes entrenar como quieres. Pero nunca se sabe cómo influirá. Los dos pelotaris estarán al cien por cien”, esgrime.

“El favorito es Iker”

Jokin Altuna perderá el 9 de junio su camiseta colorada de campeón, conquistada el curso pasado. Está ayudando a Irribarria y le ve “favorito”, pero no “claro”. “Iker ahora tiene más presión que en 2016. Hay que saber jugar con la vitola de favorito. Él es el que rompe en el Manomanista. Está con confianza. Es mejor que cuando ganó la txapela, aunque por medio haya buenos o malos resultados”, dice el amezketarra. “Espero ver a un grandísimo Urrutikoetxea”, apostilla.