Duración: 58 minutos de juego.

Saques: 2 de Ibai Pérez.

Faltas de saque: 1 de Ibargarai y 4 de Ibai Pérez.

Tantos en juego: 9 de Fusto, 1 de Ibargarai, 10 de Gaubeka y 2 de Ibai Pérez.

Errores: 12 de Fusto, 10 de Ibargarai, 3 de Gaubeka y 8 de Ibai Pérez.

Marcador: 5-10, 4-10, 10-7 y 5-10.

Incidencias: Final del Campeonato del Mundo de Parejas disputada en el Frontón Municipal de Mungia. Cerca del lleno.

bilbao - Dos estilos chocaron ayer en el frontón de Mungia. Maneras completamente opuestas de llegar a la deseada txapela. Por un lado apareció la potente pegada de Pablo Fusto y Xabier Ibargarai. Enfrente la espartana defensa de Esteban Gaubeka e Ibai Pérez. Los colorados dominaron el peloteo en la mayoría de las ocasiones a base de poder, pero se encontraron con otra pared detrás, dos pelotaris que no se cansaron de devolver pelotas una tras otra. El bonaerense y el iruindarra no encontraron ningún resquicio y con el paso del partido la impotencia y la frustración empezó a apoderarse de ellos. No hicieron un mal partido y dejaron pelotazos de mucho brillo. Pero ayer no había ni el más mínimo resquicio para pasar la pelota. En ese aspecto destacó el zaguero sestaoarra con su buena zurda para, desde cualquier posición, hacer que el tanto siguiera vivo y además tratar siempre de contraatacar, arrimando mucho a la pared. Ese juego de resistencia sirvió a la pareja vizcaina para ganar el Parejas en cuatro jokos (5-10, 4-10, 10-7 y 5-10.).

Gaubeka e Ibai Pérez hicieron un partido perfecto en defensa. Desde el primer pelotazo hasta el último entendieron que entrar en una guerra de poder ante sus adversarios de la final era una temeridad. Siempre el trabajo por delante de los fuegos artificiales. Fusto marcó el ritmo de la mayoría de los tantos. El argentino nunca había ganado todos los Parejas que se disputan con este formato y tiró de galones. Consiguió colocarse en el centro de la cancha y soltó ambos brazos con violencia. Pero siempre había respuesta atrás. Ibai Pérez se las ingenió para encontrar el verde en todo momento y Gaubeka no escatimó tampoco en esfuerzos. El delantero de Armintza dio una clase magistral de lectura del partido. Prácticamente todas sus decisiones fueron acertadas y su cabeza, ordenador de máxima potencia, le permitió adelantarse a los movimientos de sus rivales y cambiar el signo de los tantos.

Aunque ambas parejas comenzaron el partido sin desplegar su mejor juego. Fue el síntoma de las finales, el agarrotamiento habitual de los duelos de campanillas. A los cuatro pelotaris les costó soltarse y la primera mitad fue un intercambio de golpes donde las cartas de cada binomio salieron a la luz. Pegada colorada y resistencia azul. Nada fuera de lo esperado. Un par de errores y una cortada magistral de Gaubeka, seguida de un saque de Ibai Pérez, rompieron el primer joko y los azules administraron con mucha seguridad su renta de cuatro tantos para apuntarse el parcial inicial.

El 0-1 hizo daño a los colorados. El dominio del partido no cambió y siguió siendo suyo. Sin embargo, los errores no forzados empezaron a acumularse. Los azules olieron la sangre y no perdonaron. A sus grandes prestaciones en defensa le añadieron una dosis de agresividad que les permitió lograr el segundo joko con cierta comodidad (4-10).

La txapela cada vez tenía más color azul y Fusto e Ibargarai dieron un paso adelante. Un todo o nada necesario para levantar el choque. Todos los golpes buscaron hacer daño y los azules empezaron a acusar el cansancio. Ibai Pérez comenzó a acumular errores, algo inédito hasta el momento, y Gaubeka no encontró la manera de hacer daño a sus oponentes. Así, en un ajustado final, los colorados dibujaron el 1-2 y ganaron algo de esperanza.

Fue un pequeño paréntesis en la tendencia general del encuentro. El cuarto joko volvió a ser como los dos primeros. Dominio estéril de los colorados y su frustración traducida en errores. Gaubeka e Ibai Pérez no tuvieron miedo al ver la txapela tan cerca y sin tomar decisiones precipitadas tocaron la gloria con otro 5-10 final.