En Santurtzi viven un sueño. Muchos años sin ganar la Bandera de La Concha y en esta ocasión están a menos de dos segundos de conseguirlo. El primer objetivo quedó cumplido en la primera jornada y, aunque por detrás de Hondarribia, salieron vivos para pelear por el título en el segundo domingo. Otra vez más se repite el duelo entre la Sotera y la SoteraAma Guadalupekoa, pero esta vez otras traineras esperan desde un segundo plano para dar la vuelta a la situación.

¿Cómo está el equipo antes de afrontar la segunda jornada de la Bandera de La Concha?

—Tenemos muy buen ambiente de equipo y estamos muy motivados. También estamos concienciados de que va a ser duro y que vamos a sufrir muchísimo, como ha sido durante todo el año. Sabemos que somos capaces y la mentalidad de la gente es fuerte. Vamos a salir a morir para conseguir el objetivo y esperemos poder llevárnoslo porque es un sueño para nosotros.

Un segundo y setenta y cuatro centésimas les separan de Hondarribia. ¿Es una renta a tener en cuenta?

—La diferencia aunque sea mínima o se vea mayor o menor, está en contra, por lo tanto parten como favoritos al título. Pero vamos a salir como si no hubiera ventaja a su favor y saldremos de cero a intentar recuperar ese tiempo e incluso a superarles por bastante si podemos.

Aunque este curso varias regatas se han decidido por menos de esa diferencia.

—Son regatas de veinte minutos y muchas las hemos hecho con ellos mano a mano. Hemos ganado y nos han ganado por menos de ese tiempo. Sabemos que no vamos a romper la regata en el minuto cinco ni en el diez y que va a ser sufrida hasta el final. La ventaja va a ser mínima y ojalá podamos poner la balanza a nuestro favor.

Será otro duelo más con Hondarribia.

—Eso es, ha sido un mano a mano todo con ellos. El Campeonato de Euskadi sabíamos que era un rival durísimo y al final se decantó a su favor. En la liga desde bastante pronto hemos estado peleando. En esa competición la balanza está a nuestro favor, pero La Concha está bastante más abierta que la liga.

¿Es esta una regata de dos o algún equipo más se puede sumar?

—La gente cuando nos para por la calle, nos habla de que podemos con ellos, pero esta bandera es una de las más abiertas de la historia. Zierbena lo tenemos muy pegado y al mínimo despiste se la puede llevar perfectamente. Tienen buen equipo y capacidad para ello. Si hay mala mar, Orio ha demostrado que puede hacer grandes regatas y aunque le falta la guinda de la bandera ha sido capaz de batirnos a nosotros y a Hondarribia en varias ocasiones. Donostiarra también está ahí.

¿Son capaces de dejar de lado la Eusko Label Liga y centrarse exclusivamente en la Bandera de La Concha?

—Ahora mismo la liga está aparcada y no pensamos en ella. Lo único que pensamos es en salir el domingo y poder llevarnos la bandera. Para el pueblo son muchos años sin traerla y aquí se vive el remo mucho. Sería muy bonito conseguirla.

En su caso también sería especial al estar tan vinculado con el club.

—Así es. Aunque soy canterano de Castro, llevo más años aquí de los que estuve en Castro. Este club lo considero mi casa y sería especial traer la Bandera de La Concha a Santurtzi.

¿Imaginaba estar aquí hace cinco años?

—Hace cosa de cinco años, que está muy cerca, éramos equipo de ARC-2 y ahora hay que ver por lo que estamos luchando. Era algo que no esperábamos. Aunque hay veteranía en las bancadas, también hay gente joven con mucha ilusión, que no hemos ganado nada y al final es el equilibrio de esa veteranía, confianza y templanza con la ilusión y el hambre con la que salimos los jóvenes.

¿Cuál cree que ha sido la clave de esta evolución?

—Iker ha hecho muy bien las cosas. Ha formado un equipo muy equilibrado, con grandes remeros, y a la gente más joven nos ha dado esa oportunidad que hemos sabido aprovechar. Ha sabido engranar bien las piezas y nos ha sabido mantener con hambre e ilusión. La evolución ha sido rápida e increíble. Antes de que llegara había una dinámica diferente y desde que llegó nos ha hecho sentir que éramos deportistas profesionales, no solo por el trabajo en el club, también por lo que había que hacer fuera. Eso nos ha dado el plus. También nos ha trasmitido eso la gente que ha conseguido reclutar y nos ha dado esa experiencia que hemos absorbido para llegar a un nivel que hace cinco años era impensable para el pueblo, la afición y los remeros.

¿Ahora que tienen tan cerca poner la guinda a todo esto sienten presión o ilusión?

—Salimos a ganar y la presión ya nos la ponemos nosotros mismos. Lo que más tenemos es hambre e ilusión, que es lo que nos genera ese plus para poder exprimirnos más y llegar en el mejor punto a esta regata. Es dónde queríamos estar y a nivel personal es mi sueño llegar aquí, estar en este momento y en este lugar ahora mismo. La presión quizás la tenía antes para llegar hasta este punto, pero ahora mismo tengo mucha ilusión porque es donde quería estar y estoy viviendo un sueño.

“Hace cosa de cinco años, que está muy cerca, éramos equipo de ARC-2 y ahora hay que ver por lo que estamos luchando”

“Vamos a salir a morir para conseguir el objetivo y esperemos poder llevárnosla porque es un sueño para nosotros”