Se venía barruntando desde que el sábado a última hora Roger Federer accediera a la cuarta ronda de Roland Garros tras un duelo ante el alemán Dominik Koepfer que se prolongó durante tres horas y media, se jugo sin público en la Philippe Chatrier y acabó cerca de la una de la mañana. Ayer domingo se confirmó que el suizo abandona el Grand Slam parisino. "Después de dos operaciones en la rodilla y más de un año de rehabilitación, siento que no puedo pedir a mi cuerpo más de lo que puede dar ni acelerar el proceso", explicó Federer.

En el fondo de esta decisión está el deseo del veinte veces campeón de Grand Slam de tomarse esta semana de pausa antes de afrontar la gira de hierba que arrancará justo al día siguiente de que acabe Roland Garros en el torneo germano de Halle. Y es que Wimbledon se ha convertido en el objetivo prioritario de Federer este año, en el que apenas ha disputado media docena de partidos.

La renuncia de Federer, el jugador más veterano del cuadro masculino, coloca al italiano Matteo Berretini como primer cuartofinalista a la espera del ganador del Djokovic-Mussetti de hoy. Esa estancia del torneo tiene ya un enfrentamiento decidido y esperado: Daniil Medvedev, que ganó al chileno Christian Garín, contra Stefanos Tsitsipas, que eliminó a Pablo Carreño.

También está en cuartos de final por primera vez en su carrera en un grande el malagueño Alejandro Davidovich, que ayer se impuso en cuatro sets al argentino Federico Delbonis: 6-4, 6-4, 4-6 y 6-4. El rival de Davidovich en cuartos de final será Alexander Zverev, que se impuso con mucha autoridad a Kei Nishikori.

En el torneo femenino, Serena Williams, también la más veterana, entregó la duodécima oportunidad de ganar su vigésimocuarto Grand Slam al caer ante la kazaja Yelena Rybakina, de 21 años, en dos sets. La estadounidense presentó dificultades para moverse por la pista y su rival lo supo aprovechar con inteligencia. Ahora Rybakina se medirá en cuartos a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, que apeó de forma sorprendente a Viktoria Azarenka y vuelve a estar entre las ocho mejores en París después de diez años.

LA OPORTUNIDAD DE BADOSA

Por este lado del cuadro, continúa la interesante progresión de Paula Badosa, que derrotó ayer a la checa Marketa Vondrousova, la finalista de Roland Garros en 2019, en tres reñidos sets. La catalana, muy centrada y con gran espíritu de lucha, está ante una gran oportunidad ya que su próxima rival será la eslovena Tamara Zidansek. Ninguna de las cuatro jugadoras de este cuadrante está entre las veinte primeras cabezas de serie y ninguna ha llegado nunca a semifinales de un grande.