En la labor de remover y sortear obstáculos para representar con dignidad a nuestro pugilismo por todo el orbe, bien individualmente, bien a través de equipos representativos, la Federación Vasca de Boxeo integra en la actualidad la Asociación Europea de Boxeo (EBA) y la relevante Federación Internacional de Boxeo (FIB-IBF), con sede en New Jersey (USA), y ello a pesar de que algún dirigente recurrente pretenda poner puertas al cuadrilátero, pensando que Box se escribe con V.

La Federación Vasca de Boxeo y Disciplinas Asociadas (éste es su nombre completo), domiciliada socialmente en Vitoria-Gasteiz, impulsa, califica, autoriza, ordena y organiza en Euskadi las actividades y competiciones oficiales, no sólo de la modalidad Boxeo, sino también de las disciplinas Kick-Boxing, Full-Contact, Thai-Boxing y Aiki-Budo, y lo hace en ejercicio de su libre derecho de asociación y en el marco de las competencias organizativas del deporte y sus federaciones que en nuestro ámbito corresponden al Gobierno Vasco.

En su proyección externa, la FVB (hay que subrayarlo) ostenta la representación vasca de las citadas modalidades deportivas en el ámbito estatal e internacional, definiendo para ello, en su caso, el régimen de adhesión de la federación a otras entidades (artículo 6.ade sus vigentes Estatutos), capacidad representativa, legal y reglamentariamente reconocida, que de hecho viene ejerciendo al integrar las antes referidas asociaciones internacionales del boxeo, y al participar con cierta asiduidad con selecciones vascas en encuentros organizados en países como Irlanda, Holanda o Cuba.

Procede recordar que el boxeo mundial se organiza actualmente en cuatro grandes entidades: la citada IBF, con sede en New Jersey (USA); la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), radicada en Panamá; la Organización Mundial de Boxeo (WBO), sita en Puerto Rico; y el Consejo Mundial de Boxeo (WBO), con sede mexicana. Los distintos campeonatos y títulos internacionales se reparten principalmente entre estas organizaciones y sus filiales, sin olvidar los torneos olímpicos, donde se han forjado grandes figuras profesionales de este deporte.

Volviendo a los nuestros, con perspectiva histórica, desde las remotas hazañas al otro lado del Atlántico del legendario Paulino Uzkudun, hasta los dramáticos combates de José Manuel Ibar Urtain, el morrosko de Zestoa (el otro campeón vasco nacido de los herri kirolak), en Euskadi hemos conocido a figuras inolvidables del ensogado, recordando por mi parte aquellas veladas en La Casilla bilbaína con los Andoni Amaña, Agustín Senín, Benito Canal, Josemari Madrazo o Luis Aisa, sin olvidar a un gigante en su humanidad y compromiso como fue el arratiano Alejandro Artetxe, participante ya en las olimpíadas de Londres de 1948, junto al navarro Agustín Argote, o como Senín en las de 1964 de Tokio.

Hoy, pasados estos tiempos de dificultades para reunir masas sin duda que la afición volverá pronto a movilizarse para jalear a boxeadores con gancho y recursos como los al principio mencionados, lista a la que habría que añadir a otros púgiles locales como los getxoztarras Ibon Larrinaga (siempre comprometido con la oficialidad de nuestro deporte) y Jon Míguez, o a la jovencísima promesa Iker Dehesa.

Puños vascos dispuestos a representar en sus calzones a nuestros colores en este deporte que resurge de sus cenizas.Abogado Especialista en Derecho Deportivo