EN el hotel Yas Marina de Abu Dabi, con vistas al circuito de Fórmula 1, las horas pesan. Se estiran como los relojes blandos de Dalí. Las manecillas caen arena sobre arena en un paisaje desértico. Se detiene el tiempo en el complejo hotelero donde permanece recluido el pelotón que competía en el UAE Tour por culpa del coronavirus. Dos auxiliares italianos del Emirates mostraron síntomas de la enfermedad que paraliza al mundo y que también ha hecho presa en el deporte. Estaban contagiados. La organización de la carrera determinó suspender la competición y se decidió colocar un cordón sanitario alrededor del pelotón ciclista para descartar más contagios y controlar el brote. "Dos personas italianas, miembros del staff de uno de los equipos participantes en el UAE Tour, han dado positivo por coronavirus, conocido como Covid-19?, por lo que se tomarán todos los procedimientos necesarios, incluidas las medidas de cuarentena, para garantizar la supresión y el control del virus", rezaba el comunicado de la organización.

Con esa idea, las autoridades sanitarias decidieron aislar a los participantes de la prueba, staff técnico y prensa en el hotel. "Es una pena que se haya cancelado, pero la salud pública debe ser lo primero. Todos estamos a la espera de pruebas y permaneceremos en el hotel hasta nuevo aviso. Espero que los afectados se recuperen rápidamente y no haya más casos", expresó Chris Froome, que se estrenaba en el UAE Tour. Una vez confinados en el recinto hotelero, el personal sanitario autorizado por el Ministerio de Salud y Prevención de Abu Dabi realizó el test que detecta la presencia del coronavirus en el organismo de todos los componentes de la caravana ciclista. "A nosotros nos han hecho el test a las 5.30 horas de la mañana (madrugada del jueves al viernes), pero aún no tenemos los resultados. Estamos a la espera. No se puede hacer otra cosa", narra con calma y serenidad Omar Fraile desde la habitación del hotel que comparte con Gorka Izagirre, su compañero en el equipo Astana, donde tratan de masticar el tiempo. Ellos al igual que el vizcaino Iñigo Elosegui (Movistar), el gasteiztarra Víctor de la Parte (CCC) y el navarro Óscar Rodríguez, camarada de Fraile e Izagirre, permanecen en el hotel. Es la única solución válida.

"Estamos tranquilos, creo que se está haciendo más incidencia en los medios de comunicación de lo que está ocurriendo realmente. Al menos aquí, la gente está muy tranquila y pasando el tiempo, a la espera", apunta el santurtziarra desde la habitación del complejo hotelero, por donde pueden transitar sin problemas. "Cada uno pasa el tiempo cómo puede. Lo más normal es estar en la habitación, pero puedes andar por el hotel sin que pase nada", concede Fraile, que distrae el tiempo conectado al WhatsApp o la tableta. "Tiro de Netflix y cuando no, miro pasar los coches desde la ventana", desliza con humor el santurtziarra a la espera de lo que dictaminen los análisis. En realidad no quedan muchas alternativas. Iñigo Elosegui colgó a su vez una foto en su cuenta de Instagram en la que se le puede observar junto a Alejandro Valverde descansando en una zona común del hotel Marina Yas. Sucede que después de realizar las pruebas, todo pasa por aguardar a los resultados. En caso de que estos descarten el contagio, está previsto que los ciclistas tomen hoy un vuelo de vuelta a casa. Si el resultado indica contagio, deberán permanecer en Abu Dabi a modo de prevención y cuarentena. La OMS (Organización Mundial de la Salud), elevó ayer la amenaza mundial del coronavirus a un nivel "muy alto".

una amenaza que se extiende El virus que ha cancelado el UAE Tour también ha irrumpido con fuerza en otras disciplinas. El primer gran acontecimiento que se vio afectado por el coronavirus fue el Gran Premio de China de Fórmula 1, que debía celebrarse en abril y que no tiene fecha de celebración. También el G.P. de Vietnam se encuentra en el aire y otras competiciones como el maratón de Tokio, previsto para el 1 de marzo, fue suspendido. Ante semejante situación, los Juegos Olímpicos, que se celebran en Tokio entre el 24 de julio y el 9 de agosto, también corren riesgo de ser suspendidos si no se controla antes la pandemia y remite su virulencia. En Italia, donde el coronavirus está teniendo una gran incidencia, se cancelaron cuatro duelos de la Serie A: El Inter-Sampdoria, Atalanta-Sassuolo, Verona-Cagliari y Torino-Parma. En la Europa League, Inter y Ludogorets disputaron su encuentro del jueves en el campo interista a puerta cerrada. El mismo destino que le espera al Juventus-Inter de mañana, donde las gradas estarán vacías.

El Valencia, por su parte, ha decidido no ofrecer ruedas de prensa después de que un periodista que fue a informar del duelo entre el Atalanta y el Valencia de la Champions regresara contagiado por el covid-19. En esa línea por evitar contagios, el Newcastle ha prohibido expresamente que sus jugadores y personal del club se estrechen la mano. El club británico está decidido a tomar todas las precauciones posibles y han preferido seguir los consejos médicos para esquivar la transmisión del virus. También en la islas, pero en este caso en Irlanda, las autoridades federativas decidieron suspender el partido del Seis Naciones entre Irlanda e Italia que ambas selecciones debían disputar el próximo 7 de marzo, sábado, en Dublín. El coronavirus no conoce fronteras. El deporte, en cuarentena.