Bilbao - Jon Fernández no se enfrentará el 8 de febrero al ruso de origen armenio Aik Shakhnazaryan (23 victorias, 11 K.O., y 3 derrotas) en el cuadrilátero de La Casilla de Bilbao. Una lesión en el ligamento distal del radio de su mano izquierda, notificada el pasado jueves a la promotora EuskoBox, hará imposible la batalla. Desde ese momento, la marca que apoya al púgil etxebarritarra se puso manos a la obra para encontrar un adversario de su talla (20-1). Al principio, se establecieron negociaciones con el zurdo filipino Rogelio Jun, experimentado y poseedor de un buen récord (25-4-2); sin embargo, problemas burocráticos con respecto al visado impidieron que se cerrara el acuerdo. Así, el elegido será el nicaragüense Robin Zamora, que acumula 22 peleas, en las que terminó quince con el brazo en alto. Desde la promotora vasca se trabajó a contrarreloj para ofrecer un rival de "garantías" y que "disputó títulos intermedios y tiene combates ante boxeadores fuertes". Uno de ellos, Francisco Fonseca, peleará en Estados Unidos en febrero ante Ryan García. También cayó ante el complicado cubano Pablo Vicente. EuskoBox anunció ayer la noticia en el Casino Luckia de Bilbao, donde el etxebarritarra, Jhon Jader Obregón, Fran Santana, Mikel Sortino y el campeón mundial Sergio Sánchez realizaron un entrenamiento público.

"La verdad es que estas cosas pueden pasar. Tanto mi rival como yo podemos lesionarnos en los entrenamientos. Hemos buscado a un contrario de garantías, que va a venir a dar una buena pelea", reveló Jon Fernández, quien agregó que "tendremos que cambiar las estrategias, ya que es zurdo. El resto del trabajo ya está hecho". Eso sí, la semana no ha sido fácil para el boxeador vizcaino, que pasó momentos de duda al conocer la noticia de la baja de Shakhnazaryan. "Son instantes tensos, porque se puede caer la pelea. Tenemos suerte de tener un equipo que se ha movido muy rápido para cerrar el combate", concretó el vasco. Respecto al rival, Fernández manifestó esperar a un adversario "complicado, al ser zurdo, y que parece tener la mano pesada. Asume muchos golpes curvos".

"Para mí la continuidad es muy importante. En el apartado físico realizamos una preparación muy buena para la pelea de diciembre ante Houya -ganó Jon a los puntos en una cita exigente- y apenas tuve una semana de descanso activo. El lunes de Reyes ya estaba entrenando a tope", declaró el vizcaino, quien solo tiene una fecha y un lugar tatuado en el cerebro: el 8 de febrero en La Casilla. "Ya veremos qué viene después", finalizó Fernández.