Donostia - El telón de la Copa del Mundo de Japón se alzará hoy con el duelo entre la selección anfitriona y Rusia (12.45 horas). El torneo planetario arranca con muchas preguntas por resolver. Nueva Zelanda tendrá que responder si es capaz de respaldar su condición de favorita al título. Si los All Blacks no dieran la talla, todavía está por ver qué equipo será capaz de amenazar la hegemonía de los neozelandeses. Y es que Australia, Sudáfrica, Gales, Irlanda, Inglaterra o incluso Argentina también sueñan con conquistar la Copa del Mundo. Las potencias de Europa, además, están ansiosas por demostrar si pueden plantar cara a los grandes combinados del Hemisferio Sur después de que ningún equipo del Viejo Continente lograra clasificarse para las semifinales de la anterior edición del torneo. La solución a estas incógnitas se conocerá cuando el campeonato llegue a su fin el próximo 2 de noviembre en Yokohama. La novena edición de este torneo, en cualquier caso, ya es extraordinaria antes de empezar. Y es que, por primera vez, la competición tendrá lugar en un país que no figura entre los feudos tradicionales de este deporte, situados en Europa, Sudáfrica u Oceanía. El rugby es una modalidad emergente en el Imperio del Sol Naciente, y Japón ofrece un nuevo horizonte que todavía está por conquistar.

Grupo AIrlanda, sin apuros

Irlanda, número uno del ranking mundial, debería alzarse con la primera plaza del Grupo A sin pasar demasiados apuros. El seleccionador Joe Schmidt cerrará su etapa al frente del equipo irlandés tras haber construido un equipo ganador, que hace tan solo dos años conquistó el Grand Slam del Seis Naciones y fue capaz de ganar a la mismísima Nueva Zelanda en Dublín (16-9). El XV del Trébol parece tener opciones de vencer a cualquier rival, pero para aspirar al título tendrá que mejorar notablemente su rendimiento en una Copa del Mundo. Y es que, hasta el momento, los irlandeses nunca han podido superar siquiera los cuartos de final.

Escocia, séptima en la lista de World Rugby, también aspirará a pasar a la siguiente ronda con su mejor equipo en una Copa del Mundo desde hace mucho tiempo, pero tendrá que evitar tropiezos ante Rusia, Samoa -que no ha superado la fase de grupos en las últimas cuatro ediciones- y Japón, que parte como un serio aspirante a los cuartos de final. El equipo anfitrión no solo tendrá al público a su favor. El país asiático cuenta con una franquicia en la liga de las potencias del Hemisferio Sur, su selección ocupa la décima plaza del ranking mundial y en 2015 ya destrozó los pronósticos ganando a Sudáfrica (34-32).

Grupo BLucha de gigantes

El Grupo B permitirá contemplar un interesante duelo entre dos aspirantes al título como son Nueva Zelanda y Sudáfrica. Los neozelandeses son los principales favoritos para conquistar el que sería su tercer triunfo consecutivo y el cuarto de su cuenta particular. Hace unos meses su favoritismo parecía incontestable, pero en sus últimas actuaciones se han empeñado en sembrar dudas con su juego y con sus resultados. No pudieron ganar el Rugby Championship de este año, aunque tampoco lo hicieron ante de conquistar los campeonatos mundiales de 2011 y 2015. Además, empataron ante Sudáfrica (16-16) y sufrieron una derrota histórica ante Australia (47-26) jugando buena parte del partido en inferioridad numérica. Pero los All Blacks siguen siendo los All Blacks.

Animada por la mala imagen de Nueva Zelanda y por su triunfo en el Championship, y en un ambiente más tranquilo que en sus últimos torneos mundiales, Sudáfrica también ha proclamado su candidatura. En principio, las dos selecciones no tendrían que tener problemas para estar en los cuartos de final.

Italia buscará la tercera plaza que le garantiza competir en la edición de 2023, y Namibia y Canadá no se lo deberían poner demasiado difícil.

Grupo C¿El grupo de la muerte?

La coincidencia en un mismo grupo de Inglaterra, Argentina y Francia dejará fuera de los cuartos de final a algún equipo con un pasado importante en la Copa del Mundo. No en vano, los ingleses fueron campeones en 2003 y finalistas en 1991 y 2007; el XV del Gallo fue subcampeón en 1987, 1999 y 2011; y los pumas fueron terceros en 2007 y cuartos en 2015. Por eso algunos consideran que el C es el grupo de la muerte que debe haber en todo torneo. Al menos en teoría, porque Francia sigue sin superar su crisis y ahora mismo no parece a la altura de Inglaterra o Argentina. Eso sí, la posibilidad de que el orgullo del XV del Gallo propicie una gesta inesperada está muy presente, aunque su clasificación parece difícil. Los vascos Camille Lopez y Arthur Iturria han sido convocados por el conjunto galo, y Charles Ollivon está en la lista de reservistas.

El XV de la Rosa, a pesar de su irregular actuación en las últimas ediciones del Seis Naciones, está deseoso de superar su eliminación a las primeras de cambio en la Copa de 2015. Y Argentina quieren seguir consolidándose entre los semifinalistas del torneo.

Estados Unidos y Tonga, que nunca han estado en los cuartos de final, completarán el grupo.

Grupo DAustralia y Gales

La fase previa servirá para coger la forma a Australia y Gales. Los australianos se han cargado de moral tras su reciente triunfo ante Nueva Zelanda en el Championship y aspiran a todo en esta Copa del Mundo. Gales parece necesitar un empujón para creer en sus posibilidades, y su técnico Warren Gatland está dispuesto a dárselo. Los galeses ganaron este año el Seis Naciones con Grand Slam incluido, pero su competitividad ante las potencias del Hemisferio Sur en un Mundial es una incógnita que el choque ante los australianos ayudará a despejar. En teoría, el XV del Dragón tiene más fondo de armario de lo que suele ser habitual, lo que consolida sus opciones a dar la campanada. En 2011 ya lograron meterse en las semifinales, y en esta edición se presenta con un puñado de jugadores con experiencia y talento que han hecho soñar a los aficionados galeses.

Georgia, Uruguay y Fiyi serán los sparrings de los wallabies y los dragones en esta primera fase. Los georgianos quieren reivindicarse como el séptimo mejor equipo de Europa, el conjunto sudamericano aspira a disfrutar de su segunda participación consecutiva en la Copa del Mundo, y los oceánicos buscarán protagonizar una sorpresa que los lleve a cuartos de final.