Cortes de pelo o recortes de ropa estuvieron entre los intentos llevados a cabo por el equipo técnico de la luchadora india Vinesh Phogat, una de las líderes del movimiento #MeToo contra los abusos sexuales cometidos en la federación, para asegurar que cumplía con las condiciones de peso necesarias para poder competir en los Juegos Olímpicos, lo que resultó imposible tras situarse 100 gramos por encima de los 50 kilos exigidos en su categoría. Cien gramos fueron lo suficiente para arrastrar este miércoles a la luchadora al último puesto de la tabla de lucha libre de París tras ser descalificada, lo que terminó con su sueño de hacerse con la presea de oro, en la que era su primera final. y que disputará en su lugar la cubana Yusneylis Guzmán.

Después de que la Asociación Olímpica India (IOA) anunciara ayer su descalificación, la presidenta del organismo y el nutricionista de la atleta dejaron al descubierto todo el esfuerzo hecho durante la noche para que esta rebajara los 2kg que necesitaba para cumplir su meta. “Vinesh participó en tres combates y, para evitar la deshidratación, tuvo que tomar cierta cantidad de agua. Descubrimos que su peso después de los combates había aumentado más de lo normal y se inició el proceso normal de reducción de peso, que siempre funcionó con ella. A veces existe el factor del aumento de peso de rebote tras un combate”, dijo el nutricionista de la luchadora, Dinshaw Paudiwala.