Creo que la resilencia define la respuesta de Del Toro en Bormio, vencedor con todos los honores. Después de un día complicado y de sufrir, el líder ha sabido dar un golpe encima de la mesa. Su respuesta ha sido admirable y creo que puede ser uno de esos días que le definan como ciclista, gane el Giro o no. Con apenas 21 años ha demostrado una gran madurez y tener la cabeza fría. Además, ha recuperado el brío. En el puerto final, con porcentajes más amables, ha atacado con todo y solo Carapaz ha podido seguirle. En esa clase de subidas, el líder se maneja muy bien. En cualquier caso, sigo pensando que aunque el Giro lo puede ganar cualquiera de los que están delante, mi apuesta es Carapaz. Considero que es el candidato más firme, sobre todo en etapas largas, con encadenados y puertos exigentes. El Giro, probablemente, se decidirá el sábado. La carrera sigue estando muy abierta y la buena noticia para Del Toro es que después de haberlo pasado tan mal el primer día de alta montaña ha recuperado sensaciones. Eso sí, la etapa era mucho más corta y exigente y ahí ha podido estar la diferencia. Con todo, se ha mostrado muy sólido y ese final, en el que ha sido capaz de dejar a Carapaz en el descenso y mantener esa cantidad de vatios en el llano, habla muy bien del mexicano. Me está gustando este Giro, con las fuerzas parejas entre los favoritos y con la búsqueda de alternativas tácticas de los equipos. Creo que cada uno ha movido las fichas del tablero a su modo, pero con intención. Todos han lanzado a gente por delante en la fuga, cada uno para sus intereses. Carapaz ha tensado en el Mortirolo y luego ha subido la apuesta, pero Del Toro ha respondido bien, protegido por su equipo. Al puerto final han llegado los favoritos, que han acabado con la fuga. Solo Bardet ha resistido. El francés lo ha hecho perfecto, pero Del Toro y Carapaz iban con todo tras un bonito duelo entre ambos.
El autor es director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk.