Una relación enquistada con parte de la junta gestora es la razón de la salida del hasta ahora técnico del Barakaldo, Nando Alonso.

¿Esperaba esta salida del Barakaldo?

- Después de 30 años entrenando, cuando uno se ve delante de un proyecto como el del Barakaldo, parece que es prácticamente imposible decir que no. La gente que me trajo al club me ofreció la posibilidad de continuar hace un mes y yo les planteé una serie de cuestiones, aparte les dije que estaba muy cansado, tanto física como psicológicamente.

Entonces€

- Hay muchas cosas durante la temporada francamente difíciles de digerir y de llevar. Hablamos sobre alguna cosa, yo veía que la situación tampoco iba a tener una solución a corto plazo, y valorando un poco todo y mi situación de cansancio he decidido en ese momento no darle continuidad al proyecto.

¿Realmente se marcha usted, le cesan, se le acaba el contrato€?

- Por parte de la gente que me trajo, los inversores, ha habido interés en que continuara, estaban contentos con el trabajo que habíamos realizado, pero durante la temporada había presentido bastantes cosas, que no estaban funcionando correctamente, bajo mi punto de vista. Siempre he sido una persona que he intentado disfrutar en el fútbol, estar a gusto, encontrarme cómodo y es verdad que ha sido un verdadero Máster. He aprendido muchísimo y he crecido mucho como entrenador. Me ha ayudado mucho tener que jugar en un campo como Lasesarre, tener que cambiar muchas cosas, a nivel táctico, en lo que se refiere a la gestión de emociones, respecto al público, a sentir esa presión. Pero hay otros factores que considero importantes que no han estado como yo los valoro.

Además los números les avalan, firmando un 'play-off' en un proyecto que nació siendo a largo plazo.

- Sí. Además en una categoría tan complicada como la Tercera de este año, llegando cuando llegamos; incluso el nuevo presidente ha trasladado en diferentes ocasiones que el club al final gracias a la gente que ha venido ha conseguido tirar hacia adelante y salir. En un momento muy complicado esta gente ha sido capaz de darle aire y sacarlo adelante. Lo que nos dijeron los inversores es que era un proyecto de transición, sin renunciar a nada. Costó pero con las incorporaciones de diciembre y lo que ha ido creciendo el equipo la temporada ha sido francamente buena. Pero hay otros factores que también influyen.

¿Cuáles son?

- Es muy importante sentirte a gusto en un sitio y cuando ves que hay cosas que no funcionan llega el agotamiento y el cansancio, y a veces es mejor dar un paso atrás.

¿Pero el Barakaldo sigue en manos de la junta gestora?

- Sí. Está la junta gestora. Nosotros pensábamos que a estas alturas el proceso de transformación estaría finalizado. Dentro de la junta también ha habido gente encantadora con nosotros. Entendíamos que el proceso iba a ser más corto y que las cosas podían estar un poco más adelantadas. Será a corto plazo. Pero en el fútbol hay que tomar decisiones y esperar, esperar, esperar no te lleva a ningún lado.

Desde fuera puede parecer una decisión extraña.

- Quizás visto desde fuera pueda ser una locura por mi parte, viendo cómo está el poder entrenar y teniendo en cuenta que el Barakaldo va a tener un presupuesto alto y va a haber una apuesta sí o sí importante tanto a nivel económico como en otros aspectos, pero creo que va a haber factores que para ellos va a ser más positivo. Visto como estaba enquistada la relación en algunos aspectos, mi salida les puede ayudar. Me da pena, mucha pena, pero entiendo que igual es lo mejor.

Puede que alguno piense que iban a prescindir de usted.

- No. No tiene que ver para nada con los inversores, la gente que me fichó. Con ellos el trato ha sido excelente, magnifico, me han trasladado siempre confianza y seguridad; incluso cuando apareció mucha rumorología en momentos malos. Ha sido complicado de gestionar en algunos aspectos y me duele muchísimo. Toda mi vida he estado esperando entrenar un equipo así. El fútbol es así y creo que tengo que ser coherente con mi forma de pensar y con mis valores fundamentalmente.

¿Qué es lo mejor que le ha pasado esta temporada? Imagino que será la consecución del 'play-off'.

- Aprendizaje. No te imaginas lo que he tenido que mejorar tácticamente. No tiene nada que ver ser entrenador de un equipo X, por ejemplo haber entrenado al Urduliz en un campo pequeño y tener que pasar a Lasesarre, lo que tienes que modificar, mejorar, lo que me ha obligado a crecer. Lo que significa entrenar a un club a nivel social como el Barakaldo. Lo que nos han enseñado, lo que nos han apretado, a veces también con razón, a verte siendo 'un profesional' en una categoría como es la Tercera División. Todo ese aprendizaje me llevo.

¿Y lo peor, es este desencuentro?

- Cuando llegas a un sitio yo me quedo siempre con las personas y creo que en el fútbol si algo saco es la gente con la que he estado. Este año ha habido gente estupenda y maravillosa y otras situaciones que no he llegado a entenderlas, y la vida sigue. Lo único que deseo al Barakaldo es todo lo mejor porque se lo merece y está aún por llegar.

En su despedida se le nota dolido.

- Los que han estado conmigo esta temporada sabemos lo que hemos pasado. Ellos son firmes testigos de cosas que cuesta llegar a entender.

¿Se marcha junto a todo su grupo de trabajo?

- No sé qué hará Josu Unzurrunzaga, pero Jon Ugarte, David Lara, Gotzon y yo, la gente que venía conmigo, nos vamos. Me gustaría hacer un inciso porque la figura de Iñigo Bringas, el delegado, Santi Campa, Imanol, el médico, Borja Imaz con los porteros€ es gente que es un escándalo. Ha sido una pasada cómo nos han cuidado, ayudado y mimado, siempre con la palabra adecuada en el momento adecuado. Me quedo con toda esa gente.

Para finalizar, ¿qué le dice a la afición?

-Gracias y ojalá que lo que vivimos en Lezama sea el embrión de lo que está por llegar, porque esa afición unida es invencible e imparable. Que sigan transmitiendo el sentimiento Barakaldo. Es un sentimiento puro y duro que va mucho más allá.