El fútbol volvió a ser cruel en la tarde del sábado con el Amorebieta, pero también claro y contundente en su mensaje. Le recordó, por encima de todo, la importancia de ser fiable en las áreas y de recuperar la añorada solidez defensiva. Sobra señalar que no es lo mismo competir en Segunda División B o en LaLiga SmartBank, pero en la capacidad de adaptación al nuevo entorno radica la diferencia entre sucumbir o sobrevivir en el medio y largo plazo. Los azules, no en vano, compiten de tú a tú cada fin de semana contra cualquier rival y opositan con fuerza a los puntos, pero la realidad es que solo han sumado siete de los treinta puntos posibles con un único triunfo, cuatro empates y cinco derrotas de por medio.

Incapaz de aliarse con la victoria desde la visita a Lezama de un imponente Almería que se quedó con diez jugadores en el minuto 18 el pasado 29 de agosto, el conjunto zornotzarra ha comprobado en primera persona la dificultad que entraña poder sumar puntos a su casillero encajando sin cesar en cada envite. "Si recibes tres goles es complicado ganar o, en este caso, puntuar", reflexionó en voz alta Iñigo Vélez de Mendizabal al término del último choque frente al Cartagena, en el que los vizcainos se fueron de vacío pese a adelantarse hasta en dos ocasiones en el marcador y sumar diez disparos más que su rival (19-9).

De nada sirvió completar el encuentro con más remates desde el inicio del campeonato. Un doblete del incombustible Rubén Castro en dos acciones defensivas evitables y un tercer zarpazo en forma de tremendo mazazo de Gallar en el tiempo de prolongación dejaron con un palmo de narices, noqueados sobre el césped, a unos jugadores que lamentaron su mala fortuna dada la cantidad de ocasiones perdonadas por enésima vez ante la portería rival y la soberana eficacia mostrada por el adversario de turno.

El análisis, sin embargo, debe ser global y no estar sujeto a lo ocurrido durante noventa minutos, pues el mal se antoja endémico al repetirse semana tras semana para lamento de un equipo que hace de la intensidad y de la verticalidad sus dos principales armas, pero que regala demasiado a sus rivales. Y estos, en la categoría de plata, acostumbran a no perdonar. Fe de ello puede dar ya un luchador y atrevido Amorebieta que, fiel al dibujo táctico con tres centrales y dos carrileros, necesita ganar en consistencia en la parcela defensiva. También en la definición se presenta un claro margen de mejora, si bien los diez goles marcados en otras tantas citas ligueras no ponen de manifiesto un problema mayúsculo.

SIN TREGUA

El campeonato de Segunda División, sin tiempo para el respiro, situará a los azules ante un nuevo desafío el miércoles en la visita al Fuenlabrada que entrena José Luis Oltra, que encadena dos victorias consecutivas como local tras superar a Cartagena (2-1) y Leganés (2-1) al calor de sus aficionados. En total, los hombres que dirige José Luis Oltra presentan en su feudo un balance de dos triunfos, dos empates y una derrota a manos del Tenerife antes de recibir la visita de un necesitado Amorebieta, que tendrá enfrente a otro equipo de armas tomar en la lucha por la salvación.

3

Son los puntos que separan al Amorebieta de los puestos de permanencia que marcan Zaragoza y Burgos tras la disputa de la décima jornada.