Con las maletas cargadas de ilusión, el Amorebieta ha partido a las 12.00 horas hacia Extremadura, concretamente a la ciudad de Mérida, donde se hospedará hasta la mañana del domingo con motivo de su participación en la fase de ascenso a Segunda División.
El objetivo, vencer al Linares el sábado en el Estadio Nuevo Vivero de Badajoz para poder retornar el próximo fin de semana a la batalla definitiva por subir a la categoría de plata, lo que supondría una gesta histórica para una entidad como la zornotzarra, la más modesta económicamente de las 16 que se han colado en el play-off.
La expedición ha emprendido su viaje tras realizar un entrenamiento en Urritxe, formada por una treinenta de personas: 20 futbolistas, cuerpo técnico y varios miembros de la junta directiva, con el presidente Jon Larrea al frente.
MEDIDAS DE SEGURIDAD SANITARIA
Como ya es costumbre en esta nueva normalidad generada por el covid-19, mascarillas puestas, gel hidroalcohólico para las manos y toma de temperatura antes de montar al autobús. Además, los ocupantes pasaron controles en la tarde de ayer, con resultado negativo para todos ellos.
Tras un largo viaje, con parada en Burgos para comer, el conjunto vizcaino llegará a la capital extremeña a eso de las 21.00 horas. Allí descansará con la mente puesta en el duelo del sábado a las 20.00 horas -en principio se había fijado para las 22.00, pero la RFEF anunció ayer el cambio- frente al Linares, conjunto andaluz que ha quedado campeón del Grupo 4 de Segunda B pese a ser un recién ascendido.
Los zornotzarras acceden a esta fase final, que constará de dos eliminatorias a partido único, como terceros del Grupo 2, en el que solo le han superado Real Sociedad B y Bilbao Athletic.
Cabe recordar que en caso de empate después de 120 minutos no habría prórroga y el pase lo logaría el cuadro jienense, debido a su mejor clasificación en la liga regular.
Para ultimar detalles de cara al encuentro, los de Iñigo Vélez de Mendizabal se ejercitarán en la tarde de mañana en el Romano José Fouto de Mérida.
