El técnico argentino Eduardo Chacho, actual entrenador del Internacional de Porto Alegre, ha llegado a un principio de acuerdo con el Celta para entrenar al equipo celeste en sustitución del catalán Óscar García Junyent, primer técnico que cae en Primera División. De nada le sirvió al equipo gallego el buen juego y meritorio empate alcanzado el pasado viernes en Elche. Desde que asumió la presidencia del club en 2006, Carlos Mouriño ha contratado hasta dieciséis entrenadores, seis en los últimos tres años: Juan Carlos Unzué, Antonio Mohamed, Miguel Cardoso, Fran Escribá, Óscar García y Coudet.

En los últimos días ha sobrevolado Vigo el rumor sobre el regreso del añorado Eduardo Toto Berizzo, actual seleccionador de Paraguay, empleo que consiguió tras su desacertado paso por el Athletic. También la figura del asturiano Marcelino García Toral, quien según algunas fuentes rechazó tal posibilidad a la espera de mejores ofertas, y ahí se está especulando con una del Athletic.

Lo cierto es que Coudet, muy vinculado a Rosario Central en su época de jugador, que hizo carrera en River Plate y que tuvo un breve paso por el Celta a principios de este milenio deja el Internacional como líder de la liga brasileña y llegará probablemente a Vigo el miércoles para firmar un contrato por lo que resta de temporada y un año más, según fuentes del Celta.

Coudet fue futbolista del equipo celeste durante unos meses en la temporada 2002-03, en la que jugó 14 partidos entre Liga, Copa y Copa de la UEFA. Fue su única experiencia en el fútbol europeo. Luego regresó a River y colgó las botas en 2011, en el Fort Lauderdale Strikers, un equipo de Florida que desapareció hace tres años.

En su etapa como entrenador del Racing argentino, al que hizo campeón en 2019, ya fue visitado por emisarios del Celta, que entonces ya se había fijado en él para sustituir al navarro Juan Carlos Unzué.

Lo cierto es que la suerte de Óscar García estaba echada. El director deportivo, Felipe Miñambres, y el director general, Antonio Chaves, con quien mantiene malas relaciones, llevan semanas buscándole sustituto. El momento propicio llegó con el parón liguero provocado por esta ventana FIFA. De nada le sirvió el buen partido en Elche. Ya terminó mal la pasada campaña, en al que el Celta pasó apuros. La actual racha de siete partidos seguidos sin ganar ha colmando la poca paciencia de Mouriño.