Más madera para el Barcelona. Después de cerrar como buenamente ha podido la crisis abierta con Leo Messi, el Barcelona se topa con Quique Setién. Con Ronald Koeman, el sustituto del cántabro en el banquillo del Camp Nou, afanado en reflotar la nave blaugrafa, el técnico cántabro anunció ayer que interpondrá las acciones legales oportunas contra el Barcelona “por no cumplir con los contratos laborales” estipulados tras su destitución.

En un comunicado firmado por él mismo y sus ayudantes Eder Sarabia, Jon Pascua y Fran Soto, se recuerda que la directiva de Bartomeu ha mantenido “un mes de absoluto silencio”, pese a los diversos requerimientos realizados. La liquidación del contrato es determinante para que Koeman pueda ser inscrito en LaLiga y sentarse en el banquillo ya en el primer partido de liga.

Setién informó de que hasta el pasado miércoles no recibió ninguna noticia oficial y que fue mediante un burofax. “Dichas comunicaciones revelan la clara intencion de la directiva de no cumplir con sus contratos laborales con fecha 14 de enero de 2020”. “En mi caso, Quique Setién, es público y notorio que el día 17 de agosto tanto el club como el presidente anunciaron mi despido con efectos inmediatos. Sin embargo, no fue hasta ayer, 16 de setiembre (un mes después), cuando me han remitido, por primera vez, la comunicacion escrita de dicho despido (sin liquidación alguna)”, recordó.

En cuanto al resto del cuerpo técnico, según el comunicado, también el miércoles recibieron una comunicación en la que se les informa de “una futura reubicación, en el club. Por todo lo dicho, nos hemos visto obligados a poner en manos de nuestros abogados la solución del conflicto, teniendo que interponer las acciones legales correspondientes. Y ello, con el fin de preservar nuestros derechos y lo pactado en su día con el Barcelona”.

Al margen de lo que ocurra con Setién, los impulsores de la moción de censura contra Bartomeu y su junta directiva presentaron ayer 20.731 firmas en las oficinas del club, lo cual supone la cifra más alta de la historia del Barça en este tipo de iniciativas. Así, superan con creces las 16.521 necesarias para llevar la moción de censura a un referéndum y, salvo sorpresa en el proceso de validación de las firmas, conseguirán su objetivo de que la continuidad de la junta de Bartomeu sea votada por los socios.

A partir de ahora, empezará un periodo de 10 días en el que el club constituirá una mesa de validación y, cuando esta esté formada, contará con otros 10 días para llevar a cabo el trabajo. Pero según el precandidato Jordi Farré, impulsor y responsable jurídico de la moción, “Bartomeu tendría que dimitir hoy mismo”. Estuvo de acuerdo con esta sentencia uno de los portavoces de la moción, Marc Duch, quien dijo que si fuese el presidente “estaría temblando en el despacho después de ver que el 20% de los socios de mi club me quieren fuera”.