O hubo mucho debate en el vestuario. Bastaron unas palabras de Marcelo Bielsa, probablemente con la mirada puesta en el suelo o perdida en el infinito. El Leeds United, líder de la Championship (segunda división inglesa) fue el primer club del fútbol profesional británico en exponer claramente su postura ante la crisis desatada por el coronavirus. El cuerpo técnico y la plantilla ofrecieron a los dirigentes del club que se sumaran a la iniciativa. Se trata de rebajar sus salarios para así poder seguir pagando los sueldos de los 272 empleados del Leeds sin recurrir a ERTE ni subterfugios semejantes, admitiendo de antemano la evidencia: los futbolistas, los técnicos, los dirigentes son unos privilegiados. Los primeros, probablemente, con la obligación moral de actuar en consecuencia cuando vienen mal dadas.

La iniciativa del Leeds ha sido aplaudida por la Premier League, que a principios de abril tomó una serie de medidas ante la crisis, proponiendo a los clubes asociados la reducción en un 30% del sueldo de los jugadores, además de donar 20 millones de libras a la sanidad británica e inyectar 125 millones a las categorías inferiores del fútbol inglés para asegurar la supervivencia. Entonces descartó la conveniencia de acogerse a los ERTEs,algo que desde el principio ha propuesto aquí LaLiga a sus afiliados.

Sin embargo el pasado día 8 Richard Masters, presidente de la Premier, mandó una carta al departamento de deportes del Gobierno británico comunicando que calculan que tendrán unas pérdidas superiores a los mil millones de libras en caso de que no puedan reanudarse las competiciones, augurando un futuro apocalíptico, con "muchos clubes obligados a cerrar". En consecuencia, ahora la propuesta es que los clubes se acojan a los ERTE, lo cual supone que 80% de los sueldos de los trabajadores correrán a cargo del Estado.

Mientras la poderosa Premier se mira al ombligo, en la sociedad británica ha surgido una corriente de reproches que deja en evidencia la ética de los dirigentes del fútbol. El Liverpool pidió "perdón" no sin antes rectificar en toda regla después de anunciar que, siguiendo las recomendaciones de la Premier, se acogía a los ERTE. Tratándose de un club, el campeón de Europa, que anunció hace unos meses 500 millones de facturación y 42 millones de euros de beneficios en la temporada pasada, esa decisión era cuanto menos obscena.

Otros clubes poderosos, como los dos grandes de Manchester, anunciaron que no se acogerían a estas medidas, pero hay equipos referenciales en Inglaterra, pongamos que el Newcastle United o el Tottenham Hotspur, que se apuntan a los ERTE sin escrúpulo alguno. Es decir. Será el dinero de los contribuyentes ingleses quienes mantendrán el salario de los 550 empleados del club londinense, que el pasado ejercicio facturó 460 millones de libras, ingresó 108 por ser el subcampeón de Europa y tuvo beneficios netos de 70 millones de libras.

En medio de este debate surge la figura quijotesca del Loco Bielsa apostando por la solidaridad y la cordura. Desde que se fue del Athletic (2011/13) dejando un recuerdo imborrable, su trayectoria posterior ha proyectado más sombras que luces a su paso por el Olympique de Marsella, Lazio y Lille. Todo indica que en el Leeds, un histórico del fútbol británico, ha encontrado el sosiego necesario para impartir su cátedra, lo cual no significa ausencia de sobresaltos. En la pasada temporada Bielsa dio mucho que hablar por el espionaje al Derbi County, algo que está prohibido en el fútbol inglés, y sobre todo el ejemplo mayestático de fair-play que brindó al mundo cuando en un partido ante el Aston Villa, decisivo para el ascenso a la Premier, ordenó a sus jugadores que se dejaran marcar un gol. Lo hizo porque previamente el Leeds se había adelantado en el marcador cuando un futbolista rival estaba tirado en el césped y sus compañeros se pararon, lo que desencadenó una trifulca y la inaudita orden de Bielsa.

Esta temporada, el Leeds lidera la Championship con siete puntos más que el Fulham, tercer clasificado. Teniendo en cuenta que ascienden directamente los dos primeros y promocionan los cuatro siguientes muy mal se le tiene que dar a los Peacocks para no subir. Y sin embargo... El año pasado fueron los principios del Loco. Y en este puede ser el covid-19.

El año pasado Bielsa ordenó a sus jugadores que se dejaran marcar un gol en un partido decisivo para el ascenso. Y ahora se cruza el coronavirus