bilbao - La directiva del Barcelona acordó ayer la destitución de Ernesto Valverde como entrenador del primer equipo y la contratación en su lugar de Quique Setién. Contra todo pronóstico, el técnico cántabro firmará hasta junio de 2022, es decir, que no se trata de un entrenador puente hasta la llegada de Xavi Hernández, como se había especulado, sino de una apuesta de futuro.

La insólita decisión se produce cuando el equipo azulgrana lidera LaLiga Santander, está clasificado para los octavos de final de la Liga de Campeones como primera de grupo y el técnico en cuestión no se ha caracterizado por ser precisamente una persona conflictiva. Después de dos años y casi ocho meses en el cargo, Valverde deja el Barça con dos títulos de Liga, una Copa y una Supercopa de España en su palmarés.

El presidente Josep Maria Bartomeu comparecerá hoy ante los medios para explicar la posición del club y las circunstancias del despido. Anoche el Barça se limitó a publicar una nota para, al menos, justificar la decisión. En la misma se destaca que la derrota en la semifinal de un torneo menor como es la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid (3-2), cuajando eso sí un gran partido, ha sido el detonante definitivo para tomar la decisión. Pero sobre todo deja entrever, a estas alturas, que el técnico estaba marcado desde la traumática eliminación europea en las semifinales de la Champions frente al Liverpool.

La última vez que el Barça tomó una decisión tan radical ocurrió hace 17 años, con Louis van Gaal, y entonces había razones deportivas. Tras perder el 26 de enero de 2003 en Balaídos ante el Celta por 2-0, Joan Gaspart decidió destituir al técnico holandés con el equipo clasificado en la decimosegunda posición y completando una de las peores temporadas de su historia. Radomir Antic tomó las riendas del Barça, acabó sexto y al menos se clasificó para la UEFA.

La génesis Bartomeu comunicó el despido a Valverde tras el entrenamiento que dirigió en la mañana de ayer en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. La junta directiva se reunió por la tarde y se decantó por Quique Setién, que se estrenará el domingo en el Camp Nou ante el Granada, entre un ramillete de posibles, entre los que se encontraba el técnico del filial, Francis Javier García Pimienta.

Antes de la decisión Xavi Hernández, el elegido para el cambio, decidió dar calabazas a Bartomeu tras la oferta que le presentaron el pasado viernes. Y otro icono del barcelonismo, como es Ronald Koeman, también declinó la invitación.

Tanto Xavi Hernández como Koeman antepusieron sus actuales compromisos a la llamada de Bartomeu. el técnico de Terrassa con Catar, donde vive de fábula, él y buena parte de sus familiares, felizmente colocados en el emirato. El técnico holandés, con una cláusula liberatoria en su contrato en caso de una oferta azulgrana, argumentó que no podía dejar tirada a la selección holandesa en vísperas de la Eurocopa.

Sin embargo la elección de Setién ha dejado descolocado a casi todo el mundo, ya que llega al Barcelona con un contrato hasta junio de 2022, cuando Bartomeu acaba su mandato presidencial un año antes y no puede presentarse a la reelección. La fórmula tiene una lectura torticera, al interpretarse como una maniobra contra Víctor Font, futuro candidato a la presidencia, y muy unido precisamente con Xavi Hernández, el hombre que ha dejado a Bartomeu en la estacada.

De Setién, que firmará su contrato a mediodía de hoy, se destaca que su estilo futbolístico se adapta a la filosofía del Barça. También que dirigió al último equipo que fue capaz de ganar en el Camp Nou en la Liga, la pasada temporada cuando entrenaba al Betis, club que no le renovó el pasado verano. Desde entonces estaba sin empleo.

Setién inició su carrera en los banquillos en el Racing y luego dirigió al Polideportivo Ejido, un partido con la selección de Guinea Ecuatorial, al Lugo, Las Palmas y Betis. Eder Sarabia, hijo del exjugador del Athletic, ejerce como su ayudante.