AMOREBIETA: Saizar, Aldalur, Aimar, Arregi, Antxon, Seguín, Markel (Min. 74, Gabri), Iker Bilbao, Mikel Álvaro (Min. 66, Ortega), Amorrortu y Ekain (Min. 53, Orozko).

ALAVÉS B: Aritz, Sarriegi, Primi, Erik Ruiz, Perera, Paulino, Lupu (Min. 78, Elejalde), Rodríguez (Min. 66, Gualda), Oneto, Bengoetxea y Pablo Álvarez (Min. 74, Rodrigo).

Goles: 0-1: Min. 55; Bengoetxea. 1-1: Min. 77; Orozko.

Árbitro: Irurtzun Artola (Navarra). Sin amonestados.

Incidencias: Unos 400 aficionados en Urritxe.

Amorebieta - Una diana de Orozko en el tramo final rescató un punto para el Amorebieta, que estuvo lejos de su mejor versión durante la primera hora de encuentro. Concretamente, hasta que el Alavés logró adelantarse en el luminoso con un gol de cabeza de Bengoetxea tras un saque de esquina. Una vez en desventaja, los azules reaccionaron y tuvieron opciones incluso de ganar, pero el duelo finalizó en tablas.

El equipo gasteiztarra salió más enchufado y se notó desde el minuto uno, cuando Lupu estrelló el cuero en la madera. Fue la ocasión más clara de una primera mitad en la que los visitantes, que al igual que hace siempre el Amorebieta apostaron por una zaga de tres centrales, dieron más sensación de peligro que los locales, aunque sin oportunidades destacables. Los vizcainos fueron entonándose con el paso de los minutos e igualar el choque, pero tras el descanso fue el Alavés B el que volvió a salir más incisivo. En el 55, Bengoetxea otorgó ventaja a los entrenados por el durangarra Iñaki Alonso con un certero testarazo.

El gol en contra le sentó bien al Amorebieta, que despertó tras el golpe. Los de Iñigo Vélez se volcaron en busca de la igualada y empezaron a gozar de ocasiones. A punto estuvo Aldalur de sellar el 1-1 de volea, pero el balón se estrelló en el larguero. Orozko, que había entrado desde el banco, gozó de otra buena oportunidad, pero remató fuera. El empate se produjo en el 77. Ortega no encontró hueco para disparar ante un bosque de piernas, pero vio la llegada de Orozko como una locomotora y logró cederle el cuero para que sellase las tablas con un tiro cruzado. Los azules, envalentonados, buscaron la remontada, sin fortuna.