BILBAO ATHLETIC: Ezkieta, Areso, Luengo, Sillero, Gorri, Vencedor, Artola (Min. 72, San Bartolomé), Zarraga, Sancet (Min. 81, Bernaola), Morcillo y Baqué (Min. 62, Tascón).

OSASUNA PROMESAS: Iván Martínez, Samuel, Mariano, Herrando, Endika, Santafé, Calvillo, Javi Martínez (Min. 46, Aranguren), Aimar, Barbero (Min. 62, Jiménez) y Gabriel.

Goles: 1-0: Min. 14; Sancet. 2-0: Min. 23; Herrando en p.p. 3-0: Min. 28; Sancet. 4-0: Min. 55; Artola. 5-0: Min. 85; Morcillo.

Árbitro: Catalá Ferrán (catalán). Mostró tarjeta amarilla al local Sillero y a los visitantes Samuel, Javi Martínez, Gabriel y Santafé.

Incidencias: Unos 450 espectadores en Lezama.

lezama - Por un camino de rosas se paseó el Bilbao Athletic para golear sin sonrojo a un timorato Osasuna Promesas. Fue un triunfo limpio, contundente y sin dudas que duerme a los cachorros en el liderato.

Con la cara Ezkieta evitó el gol del visitante Calvillo. Los rojiblancos impusieron su ritmo alto, imprimiendo velocidad a su juego que es como mejor se sienten. Sancet sacó su calidad a relucir con un derechazo perfecto desde la frontal. No tardó en llegar el segundo en un error de los de Nafarroa, que propició un contraataque de Morcillo por la izquierda. Su centro al área que buscaba a Zarraga encontró el remate del central Herrando, que por inercia metió el balón en su puerta. Sancet repitió y se encargó del tercero aprovechando un pase interior.

El cuarto lo pudo conseguir Baqué pero Iván Martínez respondió con acierto a córner. Los bilbainos jugaban a placer y sabían aprovechar cualquier error de los rojillos para poner tierra de por medio en el marcador.

Tras el descanso, los locales continuaron con el control del juego. Sacar el balón desde atrás se convertía en un suplicio para los de Iruñea y el Bilbao Athletic robaba la posesión sin rubor. Artola en jugada personal con una finalización ajustada al poste hizo el cuarto. En pleno delirio local, Morcillo lo intentó desde muy lejos. Espectacular fue el quinto de Morcillo con la zurda escorado. Pudieron ser muchos más. - J. C. Grande