bilbao - Cuando el magnate singapurense Peter Lim compró en 2014 a un Valencia en ruinas todo fueron elogios y alabanzas, como es natural, y ahora que el club económicamente está consolidado y deportivamente radiante, tras su clasificación para la Champions y el título de Copa arrancado en la final al mismísimo Barça, además coincidiendo con el Centenario de la entidad, va y despide al responsable de tanta felicidad, el técnico asturiano Marcelino García Toral. Si fuera poca la sorpresa, Lim ha puesto en su lugar a un técnico bisoño, Albert Celades, que firma hasta junio de 2021. Su bagaje se limita a unos años en la selección española sub’16, sub’17 y sub’21 hasta el verano de 2018, cuando tuvo una efímera experiencia en el Real Madrid como asistente de Julen Lopetegui.

Según Anil Murthy, que ejerce de presidente del Valencia a la orden de Lim, la causa de la destitución de Marcelino García Toral se debe a que no tiene una apuesta decidida por la cantera. Asombrosa reflexión en un deporte donde lo que importa sobre todo son los resultados, y el Valencia con Marcelino los ha tenido, y además promocionando a las joyas de la cantera, aunque no a las sugeridas desde Singapur, a miles de kilómetros, como el coreano Kang in Lee (18 años) o el local Ferran Torres (19 años).

Marcelino tampoco es de los que se muerden la lengua y ha deslizado críticas hacia el propietario durante el pasado y tormentoso verano a causa de la confección de la plantilla, sobre todo por el trasiego con Rodrigo Moreno, que Lim quería traspasar para hacer caja, aunque la operación con el Atlético finalmente se frustró, o por los refuerzos que no llegaron, como Rafinha, que acabó en el Celta.

La destitución se produce, además, a contracorriente de los futbolistas que integran la plantilla, que estaban encantados con el entrenador. Lo dejó claro ayer el capitán del equipo, Dani Parejo, quien de paso añadió un punto de sarcarsmo a su valoración: “Míster, te deseo lo mejor. Estoy seguro de que te irá bien allá donde vayas y te dejen trabajar. Gracias por hacer al club más grande y a mí mejor futbolista”, escribió el centrocampista en las redes sociales.

Tampoco parece el mejor momento para consumar un cambio tan radical, en vísperas de un partido importante, como es la visita el sábado al Camp Nou para enfrentarse al Barça.

Una situación anormal La suerte de Marcelino, sin embargo, estaba decidida desde hace tiempo. Su sucesor, Albert Celades, en el acto de presentación, admitió que hace unos días se reunió en Singapur con Peter Lim. “Está claro que no es una situación normal, todos somos conscientes. No dispongo de toda la información”, admitió el técnico catalán preguntado por las causas de la destitución aunque, como es normal, estaba encantado por el salto que ha dado en su incipiente carrera. “Es un reto maravilloso, independientemente de la situación que se vive ahora mismo”, reconoció Celades.

También parece visto para sentencia el otro responsable del renacer valencianista, el director general del club Mateu Alemany. Su sintonía con Marcelino es evidente, pero tiene contrato hasta junio de 2020 y una cláusula de penalización de tres millones de euros si decide dejar unilateralmente la entidad.

La maniobra de Lim recuerda a sus inicios en el Valencia, cuando puso a Gary Neville, también sin apenas experiencia en los banquillos, al frente del equipo. El técnico inglés apenas duró tres meses en el cargo.