A sus 21 años, el defensa del Portugalete Yaser Hamed defenderá los colores de Palestina el próximo mes de agosto. Yaser, que nació en Cruces, de padre de Gaza y madre de Miranda, apenas pudo creer que el seleccionador Noureddine Ould Ali le convocara para una concentración a partir del 15 de julio. “Estoy muy ilusionado. La primera vez que me llamó el seleccionador me sorprendió tanto su llamada que creía que era una broma. Cuando me pidió los datos ya vi que era verdad. Voy a preparar la Copa de Asia Occidental que se juega del 2 al 12 de agosto en Irán. Estoy muy contento, aunque todavía tengo en la cabeza lo que nos pasó en La Florida”, relata el joven defensa. El mal trago de Yaser viene por el frustrado ascenso a Segunda B ante el Prat con el que se cerró el curso. “Los días después del partido apenas pude dormir. La familia portugaluja está jodida. Teníamos encarrilada la eliminatoria en la primera parte y el encajar el gol en contra, cómo fue? menos mal que ahora descanso un par de semanas y luego vuelta a la carga”, comenta motivado.

Yaser comenzó su trayectoria en el Lagun Artea, luego recaló en el Athletic, donde militó durante cinco años. Después estuvo tres temporadas en el Arenas hasta que el Barakaldo le llamó para hacer la pretemporada. “Marché cedido al Gallarta. Allí hago una muy buena temporada y ficho por el Santur-tzi, después de otra buena temporada llegué al Leioa”, rememora el jugador. Sin embargo a comienzos de este curso no tuvo la suerte deseada en el club de Sarriena. “Aposté por ir al Leioa, el club donde empecé, donde vivo y de donde soy de toda la vida y al no contar con muchos minutos decidí salir al Portugalete. El mejor equipo de Tercera, que iba el primero. Me gané la confianza del cuerpo técnico, a pesar de la dificultad para jugar, y apostaron por mí por lo que estoy muy agradecido de todo lo ocurrido”, comenta orgulloso.

Su idilio con la selección de Palestina le viene del origen de su padre que llegó, en primera instancia, para afincarse en Madrid. “Al llegar mi padre incluso estuvo probando por el Rayo Vallecano y mi abuelo le aconsejó que era mejor que estudiara. Se vino a Bilbao y estudió Medicina, donde conoció a mi madre”, atestigua. Estos dos médicos tuvieron cinco hijos en Bizkaia: Ahmad, Yaser, Wael, Jamal y Jon. Todos ellos juegan al fútbol. “Con el mayor, Ahmad, coincidí en el Gallarta y fue toda una experiencia. Mis hermanos siempre me animan y están también contentos y orgullosos. Cuando tienen dudas de fútbol vienen en busca de consejo”, comenta entre risas.

Un fijo A las puertas del ascenso, su participación en el Portugalete fue fundamental. Se adueñó del lateral derecho y su rendimiento fue fundamental para obtener el premio final. “Es todo trabajo, trabajo y trabajo. Nadie me ha regalado nada, ni nadie me ha subido un peldaño. Por eso estoy muy orgulloso de ello. Ahora voy a la concentración un poco a la aventura. Solo y no conozco a nadie. Pero tengo demasiada cabeza y soy demasiado maduro como para arreglármelas bien allí. Si a lo largo del campeonato hace falta que venga algún familiar, ya vendrán”, finaliza. A Yaser le queda otro año más de contrato con el Portugalete, aunque le queda por revisar alguna cláusula del contrato. Ya tiene puestas las vistas en septiembre, cuando comienza el clasificatorio de Palestina para el próximo Mundial.