La París-Tours bajó el telón competitivo del Euskaltel-Euskadi hace apenas una semana. Desde entonces, Jorge Azanza (1982, Altsasu), su director, trata de desconectar de una campaña intensa, donde la formación naranja ha logrado dos victorias y buenas sensaciones en el año de regreso del equipo vasco a la Vuelta, el mayor logro en su proceso de reconstrucción. "El balance del año es bueno, es para estar satisfechos", desgrana Azanza, cuyo anhelo para la próxima campaña pasa por que la escuadra vasca y con ello la marea naranja regresen a la Vuelta. "Eso significaría que hemos hecho bien las cosas", expone el técnico navarro.

Finalizado el curso, ¿qué balance hace de la temporada?

—Hemos podido hacer casi la totalidad de las carreras que teníamos previstas y creo que a nivel deportivo es una campaña para estar satisfechos. Hemos alcanzado un gran nivel, hemos tenido mucho protagonismo y hemos luchado en todas las carreras. Además, hemos tenido resultados destacados con la victoria de Soto en Murcia y la etapa de Lobato en Portugal. Para un equipo como el nuestro creo que hemos hecho una gran temporada. Prácticamente en todas las carreras hemos peleado con equipos del WorldTour y eso es muy complicado.

¿Ve muy lejos el nivel del equipo respecto a las formaciones del WorldTour?

—Como bloque no es que esté lejos, el equipo tiene un nivel, pero el problema para nosotros es que los equipos del WorldTour disponen de grandísimos corredores y son los que están disputando día a día todas las carreras y no solo las del calendario WorldTour y eso es lo que nosotros no tenemos. Si haces un repaso de los ganadores del año, entre 20 o 25 corredores se lo han llevado todo. Nuestra lucha es otra. Si jugamos bien nuestras cartas, siempre puede surgir alguna oportunidad. En la Vuelta a Catalunya, Bizkarra logró un tercero y en la Vuelta estuvo muy cerca de ganar la penúltima etapa. A pesar de que sabemos que el escalón que nos separa es grande, no hay que dejar de intentarlo.

Da la impresión de que apenas existe margen para la sorpresa en las carreras, que todo se resuelve entre los mismos. ¿Estamos ante un ciclismo cada vez más competitivo?

—Lo cierto es que las generales, por ejemplo, se las llevan siempre entre los mismos. Eso hace que te tengas que fijar en otros objetivos y clasificaciones secundarias. Pero nadie regala nada. Están los mejores velocistas, los mejores clasicómanos y todos disputan las carreras para ganar. Es dificilísimo entrar ahí. Estamos hablando de los mejores del mundo. Cada uno tiene que saber cuáles son sus límites y tener claro para qué se corre. Es fundamental. Nosotros tenemos claro que queremos dar la cara, ser protagonistas y correr con valentía. Es nuestra seña de identidad en carrera. Pero más allá de la competición, nuestra labor también pasa por promocionar la cantera y apostar por los corredores de la casa para que vayan evolucionando y creciendo dentro del proyecto.

Más allá de las victorias y de los resultados, lo que no se puede achacar al equipo es la falta de valentía y personalidad en competición.

—Eso es. Para nosotros es muy importante ser protagonistas y tener un estilo de correr sabiendo que ganar es muy difícil. Por eso nunca hay que desestimar las escapadas, menos para un equipo como el nuestro. Tenemos que mantener esa línea de ser competitivos y correr sin miedo. Ya sabemos que ganar es muy complicado porque hay muchísimo nivel, pero no se puede renunciar a luchar.

Desde su punto de vista, ¿qué ha sido lo más positivo y lo más negativo del equipo durante este curso?

—Lo más positivo es ver que el equipo sigue creciendo y progresando. Aunque las carreras del WorldTour exigen mucho, lo cierto es que han servido para que los chavales adquieran una velocidad extra en las piernas que seguro que les viene bien de cara al futuro. Las cosas han salido bien. Hemos competido. Lo peor ha sido tener que dar las bajas del equipo. Siempre es duro. Duele.

El espíritu de la marea naranja estaba ahí, latente, pero con el retorno del Euskaltel-Euskadi a las grandes carreras parece que ha recuperado vigor.

—Ha sido espectacular. Me ha recordado a la época en la que yo era corredor, o incluso más. Ha sido muy emocionante sentir tanto el apoyo de la gente. Por ejemplo, en la costa de Levante, durante la Vuelta a España, era una pasada el apoyo de la afición. Muchísima gente se acercaba con las camisetas naranjas a animar. Lo sentimos en la Itzulia, en la Vuelta y en muchas carreras. El cariño de la gente estaba ahí y nos lo han hecho notar. Es de agradecer el apoyo de la afición y de los socios, en particular, que han seguido creyendo en este proyecto. Es una identidad única la de este equipo. Nos diferencia del resto. La gente apoya al equipo más allá que a corredores concretos. Ese apoyo no lo tiene nadie. Es muy bonito. Una motivación extra.

¿El regreso a la Vuelta, después de ocho años de ausencia, es lo mejor que le ha pasado al equipo?

—Sí. Eso le da sentido a todo. Necesitábamos volver a la Vuelta. Para nosotros era muy importante para consolidar el proyecto. Hemos hecho una buena Vuelta, dimos un gran nivel y creo que tanto los aficionados como los patrocinadores han quedado satisfechos con la imagen que hemos dado. Nuestra ilusión es seguir yendo hacia arriba. Además, la carrera también ha servido para asentar a corredores como Gotzon Martín o que Azparren se presentara en sociedad, por ejemplo. Estas carreras sirven para madurar. Si los que han despuntado siguen progresando y los que no han podido estar tan bien siguen con ambición, el equipo seguirá creciendo y peleando carreras.

¿Qué espera de cara a la próxima temporada?

—En cuanto a nivel deportivo no me gusta fijar objetivos de victorias. Lo que creo es que el equipo tiene que seguir en esta línea. Tiene personalidad e identidad propia a la hora de correr. Los corredores saben cuál es la inercia del equipo en ese aspecto. Quiero que los corredores den un paso adelante porque muchos de ellos están en disposición de hacerlo y eso nos llevará a ser mejores como equipo.

Si nada cambia, el próximo año se reducirán las invitaciones para la Vuelta. ¿Ve al equipo con la capacidad de volver?

—Siempre digo que nosotros solo nos podemos limitar a hacerlo bien a nivel deportivo para ganarnos un puesto en la Vuelta. Luego, la decisión no está en nuestras manos. Pero para nosotros estar en la Vuelta le da sentido a todo. En lo deportivo tenemos que hacer una temporada exquisita, excelente, para que podamos volver. Es lo que tenemos que hacer y lo demás llegará si tiene que llegar. Volver a estar en la Vuelta el año que viene sería nuestro mayor éxito.

Han incorporado a Iribar, Etxeberria e Isasa desde el filial. ¿Qué espera de ellos?

—Son chavales de la cantera y el espejo para ellos tienen que ser ciclistas como Gotzon Martin o Azparren, que han hecho su mismo recorrido, desde la base hasta el equipo profesional. La idea es que se vayan adaptando y progresando. Son corredores que tienen un potencial, que tienen un bagaje detrás, con resultados, y creo que tienen recorrido. Eso es muy importante. Los jóvenes aprietan y eso es bueno para la competitividad del equipo y darle solidez de cara al futuro. Bueno y espero que nos hagan soñar algún día. En su categoría han demostrado mucho. Para nosotros es ilusionante y motivamente contar con ellos.

"Tenemos que mantener esa línea de ser competitivos y correr sin miedo. Sabemos que ganar es muy difícil"

"Ha sido muy emocionante el apoyo de la marea naranja. Me ha recordado a la época en la que yo era corredor"

"Iribar, Etxeberria e Isasa son de la cantera y el espejo para ellos tienen que ser ciclistas como Gotzon o Azparren"