asistimos a la típica primera etapa del Tour de Francia, donde las caídas siempre aparecen por culpa de los nervios y la velocidad y no faltan las sorpresas, como la del vencedor de la jornada, Mike Teunissen, el joven velocista del Jumbo. El primer día de carrera todo el mundo quiere estar en los primeros puestos y eso hace que se complique rodar a esas velocidades, cuando las fuerzas están intactas. El más perjudicado del bautismo del Tour fue Jakob Fuglsang, uno de los grandes favoritos para el triunfo de la carrera francesa junto a Geraint Thomas y Egan Bernal. Al acabar la etapa se lo llevaron en ambulancia, pero afortunadamente todo quedó en un susto. No perdió tiempo y al final se resolvió con chapa y pintura, pero habrá que ver cómo responde en la crono por equipos, cómo se recupera. Será un duro test para él. También puso pie a tierra Thomas, el campeón del año pasado, pero no tuvo mayores problemas. En el callejeo hacia Bruselas, las caídas tuvieron incidencia en la resolución de la etapa. Fue una sorpresa que Teunissen se hiciera con el triunfo porque contaban con las balas de Groenewegen y Van Aert, pero Groenewegen también se fue al suelo. Él era el tercer hombre del equipo y el que se llevó el triunfo por delante de Peter Sagan, el gran favorito para recibir el maillot amarillo de manos de Eddy Merckx, al que batió por el golpe de riñón en un final de foto-finish. La otra lectura que nos dejó la etapa es que era un día para evitar caídas y tener los máximos hombres posibles en plena forma para la crono por equipos, que supone un esfuerzo colectivo y todos son necesarios. Es una crono de 27 kilómetros que puede dejar las primeras diferencias en la clasificación general. Eso marcará los próximos pasos en el Tour. Para mí, Deceuninck, Jumbo e Ineos son los favoritos para hacerse con el triunfo, si bien el Education First está funcionando muy bien en las cronos por equipos.