Maximilian Schachmann parece un periodista más de los que cubren la Itzulia. Es probable incluso que haya asomado por la sala de prensa en más ocasiones de las que lo ha hecho alguno de los que cubren la carrera. No obstante, la de ayer fue su tercera visita al espacio habilitado para que los profesionales trabajen antes, durante y después de cada etapa. El alemán cuenta con pleno de presencias. Va a visita por día. Siempre cosido a una sonrisa, no es para menos, pues no se ha despegado del jersey amarillo de líder desde el lunes y además ha ganado dos etapas. Responde sin rechistar a las preguntas y abandona la sala de prensa camino al autobús del equipo. Es un ritual, aunque ayer, tras concluir la jornada más larga de la Itzulia (191,4 kilómetros), se detuvo junto a la zona de catering, echó un vistazo a los bocadillos y eligió uno para llevarse a la boca.

Es el apetito de Schachmann, un corredor que ya apuntó maneras de su buen estado de forma en la recientemente finalizada Volta a Catalunya y que está desenfrenado en la Vuelta al País Vasco, donde hasta la fecha solo le ha podido superar Julian Alaphilippe, descartado para la general tras su caída. La misma engulló a otro puñado de favoritos: Enric Mas, Michal Kiatkowski, Geraint Thomas? pero no al germano. “No he visto la caída, pero la he escuchado. En ese momento rodaba protegido por Jay McCarthy e íbamos entre los diez primeros del grupo. He podido evitar la caída y espero que ninguno de los corredores implicados haya sufrido lesiones graves”, expuso el ciclista del Bora.

Los mejores escaladores Con varios de los que eran sus principales rivales para lograr la victoria final este sábado fuera de combate, perdidos en la clasificación a más de un minuto, distancia que salvo que suceda un contratiempo similar al de ayer se antoja difícil de recuperar, Ion Izagirre (con 33 segundos perdidos), Daniel Martin (a 49) y Daniel Felipe Martínez (a 53) asoman como las grandes amenazas de un Schachmann que defenderá con uñas y dientes su liderazgo: “Lo de luchar por la victoria final es una buena pregunta. Me he sentido bien estos días, pero soy consciente de que me enfrento a los mejores escaladores del mundo y no va a ser fácil defender el maillot. Eso sí, siento que tenemos un equipo muy fuerte y por supuesto que vamos a pelear por ello”. El apetito voraz de Schachmann.