EL destino hizo que el baloncesto y Jhon Hernández (Cúcuta, 1992) cruzaran sus caminos y surgiera un "amor a primera vista". No fue algo planeado por el ahora jugador del Bidaideak Bilbao BSR, pero fue sentarse en la silla y comprobar que ese era su deporte. Las sensaciones en la cancha pronto invadieron al colombiano y entonces decidió ir más allá. Descubrió que el baloncesto en silla no se le daba mal y comenzó a dejarse el alma para progresar en este mundo. Primero destacó en Colombia y dio el salto definitivo trasladándose a Zaragoza. Su camino no se detuvo y tras estar un año en Gran Canaria se convirtió en un jugador importante de la División de Honor en Albacete. Pero Hernández siempre quiso más y eso le hizo fichar este año por el Bidaideak Bilbao BSR. Esta decisión le permite estar a un paso de ganar su segunda liga y de pelear a partir de hoy viernes Wetzlar (Alemania) por un título europeo, la Champions.

Jugar al baloncesto en silla no era algo que tenía en mente Hernández. Sus objetivos eran otros distintos, pero un giro imprevisto hizo que acabara en la cancha de baloncesto y ya no quiso cambiar de deporte. "En el 2006 me dio cáncer, un osteosarcoma en el pie derecho y me lo tuvieron que amputar. Quería hacer algún deporte y me llamaba mucho la natación. Pero las cosas del destino. Cuando fui a practicar, ese día estaba cerrado y me encontré con el entrenador de baloncesto de mi ciudad y me invitó a practicar", recuerda. No necesitó demasiado tiempo para aficionarse al baloncesto. Ya desde los primeros días disfrutó del deporte. "Desde que me senté en la silla y toqué el balón, me dio todo, me dio la vida. Sentir la adrenalina, caerse, levantarse€ me gustó mucho y me dediqué de lleno", afirma.

INTERNACIONAL

Poco a poco, el jugador colombiano del Bidaideak Bilbao BSR empezó a destacar y se dio cuenta de que la posibilidad de subir al siguiente nivel era real. "Cuando empecé no me esperaba todo esto, pero al año me llevó la selección colombiana juvenil y ahí me di cuenta de que podía ir a más y empecé a entrenar muchísimo. En Guadalajara jugué los Parapanamericanos con la absoluta y logramos la medalla de plata", declara Hernández, que entonces tuvo la posibilidad de dedicarse plenamente a este deporte: "Me enteré que en España había una liga profesional y me propuse venir a ella. Me escribió un equipo de Zaragoza y vine".

Su llegada a la División de Honor permitió a Hernández convertirse en un jugador profesional, pero el baloncesto no pasó a ser exclusivamente una profesión. Ese amor por el deporte se mantiene aún intacto y disfruta como el primer día. "El baloncesto es mi vida, es mi pasión, es lo que me hace despertar todos los días con la ilusión de ir a trabajar. No hay más felicidad para mí que despertar, ver primero a mi hija y a mi esposa apoyándome y luego ir a hacer lo que me gusta", comenta. Además, de disfrutar, Hernández también mantiene el hambre de seguir mejorando. Su carrera se basa en metas puestas y una vez cumplidas afronta con ambición su siguiente reto y ahora tiene la intención de cumplir dos grandes sueños: "Primero quiero hacer que el equipo de Colombia crezca a nivel mundial y haya una buena base para que cuando me vaya pueda seguir compitiendo al máximo nivel. Conseguir una medalla mundial o un resultado importante en los Juegos es mi sueño. A nivel de equipo quiero lograr un podio en la Champions". Esta última meta le hizo llegar a Bilbao, una "ciudad maravillosa" para él y donde busca seguir creciendo.

Champions

Cumplir el sueño de entrar en el podio de la Champions pasa en gran parte por el encuentro de hoy viernes a las 17.30 horas. El Amiab Albacete será el escollo de los cuartos de final para el Bilbao BSR, un rival muy conocido para los bilbainos y más aún para Hernández, que estuvo cuatro temporadas en el conjunto manchego. "Es un plus de energía más por ser mi exequipo y por saber que es un rival muy bueno, es la segunda plantilla más cara de España y creo que de Europa. Tener la ilusión de que les podemos ganar nos ayuda a ir más motivados para intentar hacer algo bueno", cuenta el colombiano. El principal escollo de los bilbainos para esta competición estará en los quintetos, ya que la reglamentación europea es diferente con respecto a las puntuaciones y Adrián Yáñez se verá obligado a presentar combinaciones no utilizadas anteriormente.

En caso de vencer, el siguiente encuentro sería mañana sábado a las 17.30 horas y los bilbainos se enfrentarían al vencedor del partido entre el Thuringia Bulls y el Baskets 96 Rahden, a priori dos rivales asequibles para el conjunto vizcaino. Mientras, por el otro lado del cuadro se encuentran los conocidos Ilunion, gran favorito, y el Gran Canaria, además de los siempre candidatos alemanes del Lahn Dill y los italianos del Porto Torres. "Sabemos que será difícil, pero iremos igual que en la liga. No teníamos presión de ganarla, pero sabíamos que podíamos. Teníamos ilusión y mira dónde estamos, con mucho a favor para ganarla", apunta. Volver a sorprender es el deseo de Hernández para así cumplir una nueva meta más en su ya exitosa trayectoria.