Bilbao - Las estadísticas oficiales del duelo del domingo entre el Bilbao Basket y el Melilla dejaron varios datos llamativos. Para empezar, es poco habitual que un conjunto consiga la victoria con niveles de acierto como los que tuvieron los hombres de negro (47,4% en lanzamientos de dos puntos y, sobre todo, 23,3% en triples y 35,7% en tiros libres), como tampoco es normal ver a un equipo capturar 20 rebotes en aro rival como hicieron los de Álex Mumbrú ni que estos cristalizaran solamente en doce puntos de segundas oportunidades. En el caso del conjunto vizcaino, por reiterativo, centra menos la atención el metódico reparto de minutos que acostumbra a llevar a cabo el técnico catalán en su rotación principal, pero en este último partido lo llevó casi al límite, pues nueve jugadores se movieron entre los 21 minutos y 19 segundos que jugó Leonardo Demetrio y los 18:28 de presencia en cancha de Jaylon Brown.

Cada entrenador cuenta con sus propias líneas de expresión, su libreto de ideas y su modus operandi. Y si cuenta con mimbres para ser fiel a ellas acostumbra a seguir su método a rajatabla. Mumbrú tiene la idea de que sus jugadores deben actuar con el acelerador pisado a fondo cada vez que entran en juego, por lo que no es muy amigo de los relevos largos. Para recuperar el aliento está el banquillo, no hay lugar para reservarse en pleno juego. Y como cuenta a su disposición con un amplio fondo de armario, está exprimiendo el reparto de minutos con el objetivo de que sus piezas lleguen a los compases finales de los partidos sin acumular más cansancio que el imprescindible. Y por el momento las cosas le están saliendo bien.

En el ranking de jugadores con más presencia en cancha de la LEB Oro no aparece ninguno del Bilbao Basket en las primeras 40 posiciones. El primero es Brown, puesto 41, con 24,2 minutos por partido. Para encontrar al siguiente, Javi Salgado (22,2), hay que descender hasta la 74ª plaza. Eso sí, a partir de ahí la acumulación de hombres de negro es plausible hasta dar con un total de nueve jugadores -además de los mencionados, Thomas Schreiner, Ben Lammers, Osvaldas Matulionis, Kevin Larsen, Iván Cruz, Edu Martínez y Leonardo Demetrio- que juegan por encima de 18 minutos. Por debajo quedarían Rafa Huertas (15,3) y Tomeu Rigo (8,4).

Este reparto de minutos se consolidó desde la formación de la actual plantilla con la llegada de Demetrio y Huertas y la marcha de Justas Sinica pero se ha afinado todavía más en los dos últimos meses. De hecho, en los siete últimos encuentros de los hombres de negro solo ha habido uno en el que alguno de los pupilos de Mumbrú haya estado más de 25 minutos en pista. Fue en el duelo disputado en Cáceres, donde Lammers jugó 30 minutos, Brown 28 y Salgado 27, pero la cosa tiene truco ya que la victoria bilbaina llegó tras tener que disputarse una prórroga. Además, en el presente ejercicio solo ha habido cuatro partidos con algún jugador del Bilbao Basket llegando a los 30 minutos de juego y casi siempre por circunstancias extraordinarias. Además del caso de Lammers en Cáceres (con tiempo extra), Edu Martínez jugó 31 minutos en el duelo de la primera vuelta en Lleida por la baja de Matulionis, Brown rozó los 32 en la cancha del Betis por las ausencias de los dos aleros del equipo y el propio estadounidense repitió ante el Palma en Miribilla (30:29).

Evidentemente, contar con plantillas largas y de calidad ayuda a realizar este tipo de rotaciones, pero conjuntos de un nivel similar al del Bilbao Basket no las llevan a cabo de manera tan milimétrica. Por ejemplo, Steve Vasturia juega más de 30 minutos de media en el Palencia, mientras que en el Iberojet Palma Fran Guerra roza los 28, Álex Hernández supera los 27 y Marcus Gilbert no los alcanza por poco. Cada entrenador mueve sus piezas como considera oportuno y, como siempre, la fórmula elegida será la adecuada dependiendo de si termina teniendo éxito o no. El Bilbao Basket ha apostado por una vía y la sigue de manera escrupulosa.