El décimo viaje continental del Bilbao Basket levanta el telón en Praga

Encuadrados en el Grupo D junto al Bahcesehir turco –sobre el papel podría ser el conjunto con mayor potencial– y el Igokea bosnio, el sistema de competición de esta BCL hace que cada duelo tenga una importancia vital, ya que el primer clasificado avanza a la siguiente fase, el segundo y el tercero jugará un play-in y el cuarto caerá eliminado. Por lo visto en las dos primeras jornadas de la Liga Endesa, con triunfos a domicilio ante el Joventut y en casa contra el Betis, el Surne Bilbao Basket tiene suficientes armas y capacidad de mejora para que su segunda experiencia en la BCL no sea tan efímera como en el curso de su debut, el 2020-21, cuando cayó en la fase de grupos. Sin embargo, las competiciones continentales son a veces caprichosas. No todos los grupos humanos se adaptan bien a ellas y muchas veces poco tienen que ver en su desarrollo con lo que acontece en las ligas domésticas, ya sea para bien o para mal.

Los de Ponsarnau, con el esfuerzo acumulado de los dos exigentes partidos disputados en menos de 48 horas, vivirán su bautismo de guerra visitando a un Nymburk que estrena entrenador en la figura de Roberts Stelmahers y que arrancó el pasado fin de semana la competición checa batiendo a domicilio al Opava (61-69) en un encuentro en el que el técnico letón pudo dosificar a sus jugadores. Huérfanos de Vojtech Hruban, máximo anotador histórico de la BCL, y de Jerrick Harding, ahora en el Baxi Manresa, con respecto al bloque de la pasada temporada, el conjunto checo sigue contando en sus filas con clásicos del baloncesto de su país como Petr Benda o Lukas Palyza, pero una vez más fiará su suerte a su batería de jugadores exteriores estadounidenses formada por Kamau Stokes, Gerel Simmons, Sterling Gibbs y Eric Lockett, con Rapolas Ivanauskas y Nate Watson como jugadores a tener en cuenta en las distancias cortas.

Sobre este partido, Benda reconoció, colocándose la piel de cordero, que “el Bilbao Basket es uno de los conjuntos favoritos para ganar nuestro grupo. Ha construido un buen equipo y no lo tendremos nada fácil. Personalmente, habría preferido arrancar contra otro rival, a ver qué nivel podemos ofrecer. Para nosotros será importante apoyarnos en una buena defensa y obligar al rival a realizar tiros difíciles”. La frescura mental y de piernas de los hombres de negro será un factor fundamental para que la teórica diferencia de calidad y profundidad entre ambos planteles se manifieste sobre la cancha.